Esta D.O. se caracteriza porque hay cientos de bodegas tradicionales en las que la elaboración y el cuidado del vino se llevaba a cabo en las entrañas de la tierra. Literalmente en cuevas excavadas en barro, muchas de estas antiguas bodegas se conservan como antaño.
Algunas tienen varios siglos pero están muy bien conservadas. Sus chimeneas son conocidas en gallego como refugallo, y forman parte del skyline de Valdeorras, creando paisajes inconfundibles. Su función es ventilar y regular de la temperatura en la bodega.
La pizarra es el otro elemento característico de la comarca, motor económico y rasgo diferenciador de su arquitectura tradicional. Cuando mires a los tejados sólo verás losas negras. En otras partes de Galicia, como el norte, reina sin embargo la teja clásica naranja.