Escapada por Austria para 4/5 días
VIENA – MAUTHAUSEN – SALZBURGO
1. AUSTRIA, UNA HISTORIA VESTIDA DE GALA
Elegante, monumental y rococó. Así se muestra Austria, con su capital Viena vestida de gala al paso del Danubio. Quizás no se encuentre entre los cinco destinos principales de Europa, pero no cabe duda de que tiene muchísimo que ofrecer. Arquitectura, historia, música y arte por doquier.
Tanto es así, que estos día hemos leído que los que acuden sin el coche al centro, obtienen entradas gratis para espectáculos y museos. Nos ha parecido una iniciativa original fomentando el acceso a la cultura y el arte mientras se premia el respeto al medio ambiente.
Hablaremos también del transporte en Austria y de cúales son las mejores maneras de moverse en cada lugar de nuestro itinerario como Viena, Salzburgo o Mauthausen. Reflexiones con la visita al campo de concentración, que por cierto queda bastante escondido y poco comunicado, y pasearemos por Salzburgo: una ciudad de cuento entre montañas de los Alpes Orientales.
A sólo una hora se ubica ese enclave tan famoso, sobre todo a lo que Instagram se refiere… Hallstatt.
CLÁSICOS BÁSICOS DE VIENA
Imposible perderse el parque de atracciones Prater, si te gustan los lugares bizarros y con tintes melancólicos o vintage.
Saborear una tarta Sacher en alguna de las muchas cafeterías cautivadoras, para sentirte un poco más emperatriz.
Escoger tu museo favorito en Viena, de una infinidad, y pasar allí una mañana, un día… o una semana! Es una de las ciudades con más museos por metro cuadrado del mundo.
Acudir a la ópera más famosa del mundo. En las taquillas cercanas podrás conseguir entradas baratas para un espacio de lujo.
Si te gusta Gustav Klimt puedes ver algunas de sus obras más famosas en el Palacio Belvedere de la capital austríaca.
Visitar algún pueblo de montaña como Salzburgo o Hallstat, donde la postal se convierte en realidad como veremos más adelante.
Como olvidar la gastronomía, un imprescindible de cada destino para los que somos amantes del comer. La tarta Sacher es uno de los estandartes austríacos, y sobre decir que ha sucumbido a ese bocado de chocolate con una pizca de nata, en una de las mejores cafeterías de Viena.
Hablaremos de cuáles son las mejores formas para moverse por todo el país y también en las tres localidades que visitamos, desde la capital, al pequeño pueblo de Mauthausen o a la pintoresca ciudad de Salzburgo. Ya os avanzamos que el tren funciona de maravilla. Barato, cómodo y con vistas. Para la ciudad, recomendamos tus pies, la bicicleta y el tranvía.
Por último, recomendamos dar un salto a la cercana Bratislava, capital de Eslovaquia. Su casco histórico bien merece una visita y llegar hasta esta localidad es muy fácil. Lo podréis hacer por tierra o por mar. En tren o en barco navegando por el Danubio.
2. VIENA, CIUDAD MONUMENTAL Y MUSEÍSTICA
Viena es una ciudad monumental y museística. La lista de supuestas visitas imprescindibles sería infinita, pero intentaremos resumir los puntos principales de nuestro itinerario. Que puede ser el tuyo, o no. Considera esto como unas pistas muy básicas del circuito turístico más típico, basado en las edificaciones históricas más relevantes.
LUGARES DESTACADOS
La calle Ringstrasse atesora el mayor número de edificios monumentales de toda la ciudad.
La Ópera Straatsope. Inaugurada en 1869 con una obra de Mozart. Abandera la ciudad de la música.
La Biblioteca Nacional de Austria. El emperador Carlos VI encargó esta joya arquitectónica del barroco en el siglo XVIII.
El Parlamento de Viena. Construcción que recuerda a la Grecia Clásica, cuna de la democracia. Cerca del Palacio Hofburg y del Palacio de Justicia.
El Palacio de Hofburg. Donde vivió la dinastía de los Habsburgo durante 6 siglos. Entre ellos, Sissi Emperatriz. El complejo del palacio alberga los apartamentos imperiales, la biblioteca nacional de Austria y el despacho del presidente.
El Palacio Schönbrun. La residencia veraniega de la misma dinastía de Habsburgo.
El Palacio Belvedere. El espacio de verano para la dinastía de los Saboya.
En Viena hay más de 100 museos, a lo que hay que sumar infinitas galerías de arte. Resumirlos sería una larga tarea, así que en este resumen rápido sobre Viena os enumeramos algunos de los que consideramos imprescindibles. Pero esto es como todo, para gustos colores. Así que buscad entre el centenar, los que más se ajusten a vuestros intereses.
MUSEOS DESTACADOS
Museo de Freud. Ocupa la vivienda en la que vivió entre 1891 y 1938. Tiene una biblioteca especializada en su obra de Freud del psicoanálisis, y un archivo personal muy relevante.
Museo de Historia Natural. Ideal para ir en familia. Repaso a la naturaleza y la biología. No faltan esqueletos de dinosaurios.
Museo de Historia del Arte de Viena. Se levantó al paso de la Ringstrasse en 1891.
Museo Sissi. Lo acoge el palacio Imperial de Hofburg y gira en torno a la emperatriz del siglo XIX Elisabeth.
Museo del Reloj. Una de las mejores colecciones de relojes de Europa. Se ubica en el Palacio Obizzi.
Museo Leopold. Modernismo Vienés donde se pueden encontrar obras de Egon Schiele o Gustav Klimt.
Museo Belvedere. O Österreichische Galerie Belvedere, es un museo inaugurado en 2007 que recorre gran parte de la historia del arte, pero casi todo el mundo va en busca del famoso: Beso de Gustav Klimt.
Museums Quartier. Es un gran espacio que ocupan varios museos, algunos como el Museo Leopold, el Museo de Arte Moderno o el Pabellón Kunsthalle. Punto de encuentro de la ciudad con unos animados cafés en su plaza interior.
La Vienna Card/Pass incluye la entrada de las principales atracciones de la ciudad y del bus turístico.
Las hay de diferentes modalidades: 1 día, 2 días, 3 días… hasta una semana.
Estudia si te conviene atendiendo al precio y a tus intereses como viajero.
De todos modos, no hace falta ir al interior de los museos para fascinarse con la arquitectura de esta ciudad. Vayas por donde vayas aparecen edificios o fachadas espectaculares. O simplemente pequeños detalles en los tejados o terrazas que parecen esculpir Viena a golpe de cincel.
Las esculturas dejan de tener su espacio único en los museos y las podrás encontrar en las esquinas de cualquier tienda o en las cornisas de muchas edificaciones. Así que suelta el móvil en Viena, porque te perderás un montón de detalles que la convierten en un enclave elegante y sublime.
3. EL PARQUE PRATER Y LA NORIA DEL TERCER HOMBRE
Pero no sólo de monumentos vive el hombre. Una de las opciones alternativas en Viena pasa por recorrer el Parque de Atracciones Prater. El más antiguo del mundo. Melancólico, bizarro y vintage.
Podéis subir a la noria más antigua de Europa, protagonista además de la gran pantalla al ser uno más en la película ‘El Tercer Hombre’. Una película británica de cine negro estrenada en 1949, y dirigida por Carol Reed. Uno de sus protagonistas es Orson Welles.
Subir a la noria, vale la pena sólo por la panorámica que se obtiene desde lo más alto y que abarca toda la ciudad de Viena. Para los más románticos, existe la posibilidad de una cena en alguno de sus vagones. Toda una experiencia, aunque suponemos que hay que preparar bien el bolsillo.
El Prater de Viena fue durante siglos un coto imperial de caza hasta que fue abierto al público en 1766 como espacio recreativo. En 1895 se inauguró allí un parque de atracciones que sigue activo en la actualidad con algunas de las originales.
Además de la historia y el encanto evidente, la entrada es gratuita y se puede disfrutar de un paseo divertido además de llenar el estómago con los víveres clásicos de un espacio de ocio.
En el diario de viaje completo de Viena te contaremos que más puedes encontrar en el Prater, y otros secretos que esconde la ciudad.
CONSEJOS PARA TU VISITA
Si dispones de un par de días más, visitar algún pueblo de montaña.
Salzburgo o Hallstatt se colocan en el podio de los más bonitos.
El campo de concentración de Mauthausen es una opción histórica.
El triángulo Praga, Bratislava y Budapest es otra alternativa.
4. SALZBURGO, ENCANTO ROCOCÓ ENTRE MONTAÑAS
Salzburgo parece sacada de un cuento. Esta localidad de Austria con vistas de los Alpes orientales está dividida por el río Salzach. En su orilla izquierda, los edificios medievales y barrocos de la Altstadt (Ciudad Vieja), frente a la Neustadt (Ciudad Nueva) del siglo XIX, y situada a su derecha. Parte del centro histórico está reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
También es conocida por ser la cuna del famoso compositor Mozart, donde se conserva un museo que muestra los instrumentos de su niñez. Música aparte, es una pequeña ciudad ideal para pasearla y descansar. Para probar la famosa tarta Sacher en el hotel que lleva su nombre, o para recorrer el Palacio de Mirabell y sus espléndidos jardines, que están catalogados como patrimonio cultural local.
Desde su afamada fortaleza de Hohensalzburg podréis divisar una panorámica de la ciudad acompañada de los Alpes. Aunque existen otros miradores en Salzburgo y más puntos de interés para el viajero. Una escapada ideal para romper el ritmo de la capital de Viena.
5. LA FORTALEZA DE HOHENSALZBURG Y SUS PANORAMICAS
Uno de los puntos más visitados de Salzburgo es la fortaleza de Hohensalzburg, que cuelga la banda de ser la más grande y mejor conservada de toda Europa. Comenzó a construirse en el año 1077 pero sufrió posteriores ampliaciones y reformas, añadiendo más torres y trincheras.
Se puede subir en funicular o andando. Recomendamos subir a motor y bajar a pie porque aunque las vistas más impresionantes de Salzburgo y de parte de los Alpes se divisan desde la cima, en el descenso obtendrás panorámicas más orginales que los visitantes que suben y bajan en el funicular. Al atardecer os dejará unas vistas magníficas de la ciudad vieja mientras se va poniendo el sol. No os lo perdáis!
OTROS PUNTOS DE INTERÉS
Catedral de Salzburgo. Edificio barroco del siglo XVII de estilo italiano. Consagrada a Ruperto de Salzburgo, fundador de la ciudad.
Residentplatz. El epicentro de la ciudad vieja que acoge la residencia de los arzobispos del siglo XVI y principios del XVII. Posee un museo, la Residenzgalerie, que es parte del complejo del Dom Quartier, que incluye también el museo de la catedral.
Getreidegasse. La principal calle del casco viejo, famosa por los letreros de hierro forjado de sus tiendas. Una tradición de la Edad Media que se mantiene, incluso en las franquicias de las multinacionales y marcas internacionales.
Mozart nació precisamente en esta calle. Vivió allí hasta los 17 años. Podrás visitar su casa museo para repasar su vida y obra.
Iglesia y cementerio de San Pedro. Uno de los más agradables, originales y bonitos que he visto. Sigue leyendo y te contamos más.
SONRISAS Y LÁGRIMAS EN MIRABELL
El Palacio de Mirabell es un imprescindible de Salzburgo. Su nombre le viene del italiano ‘mirabile’ de admirable y ‘bella’ de bonita. La Sala de Mármol es el antiguo salón de baile del príncipe-arzobispo, y se considera en la actualidad uno de los salones de boda más elegantes del mundo.
No es extraño toparte con enlaces, de hecho vimos varios. En este mismo espacio tocaron Leopoldo Mozart y sus hijos Wolfgang y Nannerl. Hoy en día se celebran aquí conciertos, conferencias y espectáculos varios.
Los jardines de Mirabell se rediseñaron en el año 1690 y todavía se aprecia su forma geométrica, un clásico del barroco. Se alinea con la catedral y la fortaleza creando una panorámica divina. Hoy en día alberga las oficinas del alcalde de Salzburgo y del Consejo de la ciudad.
La fuente Pegaso, el Jardín de los Enanos o el Teatro de los Setos son algunos rincones famosos de este espacio verde, que se presenta ideal para descansar en uno de sus bancos con sombra si aprieta el calor.
CURIOSIDADES
Aquí se rodaron varias escenas de la película Sonrisas y Lágrimas protagonizada por
Otros escenarios de la ciudad son la escuela de equitación Felsenreitschule o la Abadía de Nonnberg.
En la película María y los niños cantan ‘Do, Re, Mi’ alrededor de la Fuente de Pegaso delante del palacio.
6. SALZBURGO, CUNA DE AMADEUS MOZART
Como decíamos, Salzburgo es la localidad natal del rey de la música clásica Wolfgang Amadeus Mozart. Nació en 1756 en la Casa Hagenauer de la calle Getreidegasse. En ese mismo lugar se puede visitar la que fue su casa, convertida en un museo donde hacer un recorrido por la vida y obra del artista.
Su familia vivió aquí casi tres décadas hasta que se trasladaron a la Residencia Mozart, en la plaza Makartplatz. La visita es interesante para conocer como vivían un hogar burgués del siglo XVIII en Austria. Mal parece que no.
7. GETREIDEGASSE Y SUS LETREROS DEL MEDIEVO
El nombre de la calle, Getreidegasse, se puede traducir como la calle del grano. Los carteles de hierro forjado provienen de la Edad Media. Al parecer, como mucha gente no sabía leer, estos símbolos facilitaban distinguir los negocios o tiendas.
Hay calles con docenas en hilera, lo que le otorga un aspecto de cuento a las calles. Hasta las marcas internacionales que todos conocemos, han tenido que sucumbir a estos letreros, que ya conforman un elemento turístico más de la ciudad de Salzburgo.
8. EL RIVERSIDE DEL RÍO SALZACH
Como no sólo de monumentos ni museos vive el hombre, Salzburgo es una ciudad ideal para descansar del trajín que ofrece Viena, la capital austríaca. Su ‘riverside’ se presenta como un espacio de punto de encuentro para locales y visitantes. Sentarse y leer al sol, escuchar a los improvisados músicos de guitarra, o simplemente ver la vida pasar.
En una localidad de ritmo pausado al paso del río Salzach, es uno de los lugares idóneos para olvidarse de todo y parar los relojes. El atardecer es su punto álgido, así que reserva uno para estas orillas, y otro para uno de los miradores de la ciudad como puede ser la fortaleza que corona la ciudad de Salzburgo.
9. EL ENCANTADOR CEMENTERIO DE SAN PEDRO
A priori podría parecer que las palabras encantador y cementerio no son combinables. Pero en el cementerio de San Pedro, conocido para los locales como Petersfriedhof, cobran todo el sentido. Flores a montones, colores vivos y tumbas que son obras de arte.
El camposanto es de la época romana, siendo la parte más antigua la que alberg las catacumbas, una zona excavada directamente en la piedra que además era un lugar de recogimiento para los monjes de la Abadía de San Pedro.
La Cripta Comunal es de 1659 y en ella se colocaban los cuerpos que no podían ser ubicados en otro sitio. Hoy es uno de los lugares más visitados. Otro parada de interés es la capilla Gertraude y un mirador que ofrece vistas al cementerio y a otros puntos de la ciudad.
OTROS PLANES EN SALZBURGO
Si eres un cinéfilo, no te pierdas los tours guiados por los escenarios de ‘Sonrisas y Lágrimas’
Otro espectáculo muy demandado es el teatro de marionetas de la ciudad.
10. EL BOCADO DEL PECADO: LA TARTA SACHER
Sería imperdonable marcharse de Salzburgo sin probar la tarta Sacher. Este es el mejor lugar para probar lo que llaman una obra maestra de chocolate y mermelada de albaricoque. Siempre acompañada de su aureola de nata, como si fuese una flor.
La historia de este postre se remonta a 1832, cuando un joven aprendiz de pastelero llamado Franz Sacher recibe una orden de su jefe. Debe inventar algo para la fiesta del príncipe porque el chef pastelero ha caído enfermo. Sólo tenía 16 años e inventaría un dulce para la posteridad, reconocido en medio mundo. Tanto que la Sachertorte tiene hasta Día Nacional: el 5 de diciembre.
La tarta fue clave para que los hijos de Franz abrieran el Hotel Sacher de Viena. No sólo probarás la tarta en su nexo de origen, si no que podrás ver el espacio hotelero que sigue pareciendo de otra época. Un aura aristocrática total, con papeles pintados, muebles lacados y todo lujo de detalles que parecen trasladarte a la época de Sissi Emperatriz.
Calórica si, pero exquisita también. Hay cosas que hay que hacer una vez en la vida, tus papilas gustativas te lo agradecerán eternamente.
11. MAUTHAUSEN: ESTREMECEDOR PERO NECESARIO
Si se pudiesen borrar capítulos de la historia, Mauthausen no existiría. Pero por desgracia sólo podemos intentar que no se repita. Y visto el mundo en que vivimos, quizás lo más lógico es pensar en negativo. Todavía hoy existen genocidios por todo el mundo, algunos silenciosos, otros a cuentagotas, pero al fin y al cabo, exterminio.
La polémica rodea a Mauthausen, igual que lo hace con cualquier campo de concentración. Unos piensan que no deberían estar abiertos porque no aportan nada más que lo que ya sabemos. Otros pensamos, que sirven para recordar y no olvidar. Porque como decimos, y por desgracia, la historia se repite.
Era la primera vez que tenía la oportunidad de acercarme a este trágico capítulo de la historia más reciente. Estremece, al menos siempre que no haya docenas de escolares alborotando o turistas a la caza de la mejor foto. Al menos en mi caso, para una reflexión de este calado necesito silencio y una atmósfera adecuada.
Desde Austria no parecen entusiasmados en promocionarlo ni mucho menos. De hecho, no es que resulte complicado llegar, pero tampoco lo ponen fácil como si se tratase de un espacio que quisieran acercar al turismo. Imagino que a modo de respeto. Por ese motivo, también será la entrada es gratuita. No es cuestión de hacer negocio con el terror y menos un país rico como Austria.
El bus te deja cerca pero no en la puerta, así que tienes que andar un par de kilómetros en cuesta para llegar. Parece que no lo ponen muy cómodo en un país donde los transportes funcionan como un reloj suizo. No es una crítica si no una observación.
El paseo desde la parada de autobús hasta Mauthausen atraviesa el campo austríaco dejando estampas como esta de cultivos, granjas y lugareños.
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