Para terminar este breve resumen de lo que puede ofrecer este país inexplorado, recalcar que es tremendamente barato para viajar. Al igual que otros países del este como Polonia, todavía mantienen en circulación su antigua moneda (lev), y eso siempre beneficia. A ellos por supuesto, porque son economías débiles, y a nosotros como viajeros.
Pegarte una comilona auténtica con varios platos, bebida sin fin y postre y pagar 10 euros, es un regalo en una Europa cada vez más prohibitiva en cuanto a precios turísticos. Constantemente repasas las cuentas porque crees que se han vuelto a equivocar. Pero no.
Alquilar un coche o un apartamento es irrisorio si lo comparamos con ciudades centroeuropeas como Viena o Praga y no digamos respecto a Roma, París, Berlín o Amsterdam. Por muy poco dinero, te puedes pasar una semana y volver con saldo a favor.
Esto es sólo un aperitivo de lo que puede ofrecer Bulgaria al viajero. Por la boca, por la vista y por el olfato. Estamos deseando contaros más sobre un territorio fascinante y poco explotado mantiene una envidiable armonía entre historia y naturaleza.