El barrio de Eminonu es el punto de partida para conocer el puente más famoso de la Estambul, situado justo enfrente de la Mezquita Nueva. El Puente Gálata, conocido con el nombre de ‘Galata Köprüsü’, une dos orillas y también dos continentes. Una gran responsabilidad que lo convierte en uno de los nexos más importantes entre civilizaciones construido por el hombre. Galata une además la parte antigua de la ciudad con la parte moderna, permitiendo que todo fluya a su ritmo.
Recorriéndolo te podrás hacer una idea mejor formada de la ciudad, situando todas los barrios y colinas que has visto durante la jornada mirando hacia arriba. Desde el Gálata, reconoces esa Estambul con la que tantas veces has soñado. A un lado, el Cuerno de Oro. Al otro, el estrecho del Bósforo. Al fondo, el mar de Mármara. Estambul, majestuosa.
La unión de los continentes ha estado siempre presente en la historia con algunos fracasos conocidos de épocas pasadas. Los bizantinos se lanzaron a levantar una pasarela más al norte pero las invasiones la harían inviable y el proyecto quedó en el olvido hasta la llegada de los otomanos.
A principios del S.XIX se construye una pasarela a la altura de lo que hoy es el Puente de Atatürk. Sólo una década más tarde, en 1845, y gracias a las donaciones de la familia del sultán comienzan las obras de un puente de madera en la ubicación del actual Gálata. Ese fue el origen de todo un símbolo de la ciudad y un elemento de unión imprescindible entre las diferentes caras de Estambul.