La playa de Ponzos tiene una consolidada tradición nudista y es otra de las sorpresas salvajes y casi vírgenes de la costa de Ferrol. Los acantilados cubiertos por un tapiz verde y unas carreteras vertiginosas que los descienden, son otro espectáculo en si mismo.
De fuerte oleaje, aunque protegida de los temporales del oeste, también es frecuentada por surfistas y ha albergado el Open Surf de Ponzos del circuito gallego.
Una verdadera joya todavía escondida en un entorno rural y aislado, como premio a los más exploradores. El nudismo es más frecuente en la parte norte, la más alejada del acceso desde la carretera.
Se encuentra separada por unas rocas de la solitaria playa de Casal, de difícil acceso por tierra. Como dato curioso, los montes que se observan desde aquí conformaron una antigua mina de oro romana. Aquí se encuentra el Club de Parapente de Ferrol para el que busque adrenalina sobrevolando esta maravilla del litoral de Galicia.