Uno de los pueblos costeros más bonitos de la isla es Alojera, sin duda en nuestro top 3 de favoritos. Descender por su carretera es una experiencia en sí misma, es una de las más zizagueantes y vertiginosas que hemos conducido.
Eso presagia el maravilloso final que nos brinda este pequeño pueblo marinero. Un sitio sencillo pero auténtico, rodeado de playas salvajes y de un océano impetuoso. Pequeño pero matón, así es Alojera.
Apenas un puñado de casas salpican esta pequeña bahía que se engalana de acantilados alucinantes. Un par de pescadores apoyan su caña en el muelle y ven la vida pasar, mientras algunos turistas comen en un restaurante.
Allí frente al vigoroso atlántico, nos tomamos unos pescaditos fritos y un pulpo guisado. Sumamos otro momentazo para la mochila viajera de La Gomera.