Todas las islas del mundo tienen un encanto especial a la hora del atardecer. Un horizonte infinito y la inmensidad apabullante del océano que las rodea en 360 grados, es todo un hechizo para la vista. Para disfrutar de un buen sunset hay que saber por donde se pone el astro rey y acudir a los puntos más afamados porque en estos casos, cuando el río suena, buen sol lleva.
Cada puesta de sol es única y pocos consejos existen a la hora de relajarse con la naturaleza. Nos limitamos a esbozar los mejores lugares para poner broche de oro a una jornada aventurera. El Hierro y La Palma nos han regalado atardeceres inolvidables.
La foto superior está tomada en el Tacorón, uno de los puntos estrella de la isla para este menester. En la foto inferior, el atardecer nos pilló en medio de una carretera cualquiera sin vistas a nada especial, pero resultó igual de encantador.
No importa dónde… si no cómo y con quién.