Qué ver en Manado: puerta de entrada al norte de la isla de Sulawesi
TrotandoMundos en Manado
1. NORTE DE SULAWESI: PARAÍSO DE PLAYAS Y BUCEO
Sulawesi. Primera parada de la Aventura por el Pacífico. Conocer la parte norte de la isla indonesia era lo que nos rondaba la cabeza desde hacía mucho. Ya antes de Malasia y Panamá, nuestros dos últimos grandes viajes. Personalmente, Sulawesi me había conquistado cuatro años atrás nos adentramos en las tierras centrales de la isla para empaparnos de las tradiciones de la etnia Toraja en la región de Rantepao.
Una cultura funeraria fascinante donde la muerte es la parte más importante de la vida. Ritos funerarios, difuntos momificados, ceremonias de sacrificios, cuevas de enterramientos y festejos sin fin, me cautivaron de una manera brutal. Quizás es la parte más conocida de Sulawesi, epicentro de unas costumbres magnéticas. Sin embargo el potencial de la isla es infinitamente mayor. La débil infraestructura turística, su complicada orografía y su gran extensión, dificultan la logística para el viajero, que ha de disponer de un tiempo considerable si quiere conocerla a fondo.
En este viaje nos han hablado de la posibilidad de construir un aeropuerto en esa parte central de la isla de Sulawesi, concretamente en Rantepao que esperamos no se lleva a cabo porque el escaso turismo radica precisamente en la dificultad de acceso a la región. Sudar para llegar, es uno de los mejores filtros para evitar la masificación turística de estos remotos paraísos.
Esta era la ocasión perfecta para ampliar los conocimientos sobre la isla favorita de Indonesia hasta la fecha. El buceo es una de nuestras grandes pasiones y sumergirnos en el Parque Nacional Marino de Bunaken a media hora en barco de la ciudad de Manado, era un impresdindible de esta ruta.
Superar las expectativas alcanzadas en Sipadan y Mabul, destinos top del buceo mundial situados en la costa este de Borneo estaba más que complicado. Pero sabíamos que en Bunaken podríamos lograrlo o igualarlo, y os avanzamos que así fue. Una semana de buceo inolvidable, que quedará grabada a fuego en nuestra memoria.
El brote del coronavirus en China, después convertido en pandemia mundial, seguramente nos hizo disfrutar de Bunaken casi en solitario y sin darnos cuenta. Apenas compartimos inmersiones con unas docenas de europeos con los chinos bloqueados desde hacía meses en su país. Fue un lujo impagable, dentro de la locura silenciosa en la que se estaba convirtiendo el mundo y que nadie podía todavía imaginar.
2. CÓMO LLEGAR A MANADO Y A BUNAKEN
Manado es la puerta de entrada a este paraíso que forman las islas del Parque Marino de Bunaken. Una ciudad singular que cuenta con un aeropuerto al que podrás llegar con un vuelo de bajo coste desde Yakarta o cualquier otro punto del país, incluso de otros vecinos. Un destino cómodo al poder llegar con facilidad por aire y sumarle tan sólo unos 40 minutos en barco hasta alcanzar las islas.
Su aeropuerto Internacional Sam Ratulangi se erige como el protagonista del acceso mayoritario al norte de Sulawesi, tanto por vuelos nacionales desde otras islas indonesias, como por los internacionales. Hay vuelos directos desde Singapur, desde Davao (Filipinas) o desde algunas ciudades chinas.
Desde el puerto de Manado, llegar a Bunaken te llevará una hora aproximadamente en el ferry público que cuesta unas 50.000 IDR, aunque el precio para los locales es la mitad o menos. Suelen salir a mediodía sobre las 14.00 pm. A la inversa, desde Bunaken a Manado, salen sobre las 8 am. Los domingos, a fecha de hoy, no circula (marzo 2020). Conviene informarse de los horarios una vez allí por los cambios que puedan sufrir.
En una lancha privada recortas algo de tiempo, pero te saldrá por unos 350.000 IDR/dos personas. Si lo compartes te bajará a 100.000 IDR/por cabeza.
Después de cuatro vuelos seguidos (Santiago – Madrid / Madrid – Jedahh / Jeddah – Yakarta / Yakarta – Manado) el cuerpo pedía descanso y pasamos dos noches en Manado. Tiempo suficiente para buscar información sobre los centros de buceo que realizan inmersiones en Bunaken y los Dive Resorts que ofrecían la mejor relación calidad-precio en el archipiélago. Os detallamos todo esto en los siguientes apartados
TOMA NOTA
1. Public Ferry — Parte del pueblo grande de Bunaken. 50.000 IDR para extranjeros / la mitad para locales
2. Private Boat — Te llevan directamente a los resorts. 350.000 IDR aprox (2 personas) / 100.000 IDR por cabeza (4 personas)
3. MANADO, UN PASADO COLONIAL ENTRE VOLCANES
La ciudad de Manado no destaca como lugar turístico entre los extranjeros, a pesar de ser la capital de la provincia de Célebes Septentrional en Indonesia. Se ubica en la Bahía de Manado rodeada por una cadena montañosa y cuenta con una población de medio millón de habitantes, según el censo de 2005. Su principal grupo étnico es el minahasa que tras el contacto con los colonizadores portugueses y holandeses, se adoptaron al cristianismo.
Tanto es así, que en la actualidad el 95% de los minahasa son cristianos, como demuestran las docenas de iglesias esparcidas por toda la ciudad. La religión musulmana aquí es minoritaria, con mayoría aplastante de protestantes, casi un 80% y un 15% de católicos. Otra diferencia que hace especial y diferente a esta ciudad del norte de Sulawesi.
Si disfrutas de las vistas de una ventanilla en el avión, no te pierdas la panorámica que ofrece Manado con tres volcanes coronando la región, otorgándole un magnetismo especial gracias a la diosa naturaleza. Una vez en tierra, y como buena ciudad asiática, el caos lo invade todo. Cables enmarañados cruzando el cielo y un tráfico inmundo, aderezado por la habitual contaminación acústica de estas latitudes: pitidos constantes de claxons y ruidos de motores imposibles.
La ciudad es el epicentro logístico de la provincia, al ser la entrada a los grandes puntos de interés turístico de toda la comarca, como el Parque Marino de Bunaken. Su arquitectura y estructura no atrapa a primera vista, pero si rascas, aparecen cosas interesantes. Y lo más destacado para nosotros es su autenticidad en todos los sentidos.
Porque a pesar de todos los atractivos que hay en los alrededores de Manado, sigue siendo una ciudad ‘antiturística’, en la que nada está pensado para el turista. Y eso nos encanta. Y a esto le sumamos una extraordinaria hospitalidad y amabilidad de sus habitantes. Cero pose, todo corazón. Te aseguramos que eso te cautivará.
Todo el norte de Sulawesi nos ha ganado a pulso con su alma. Quizás la venda Bali, pero nosotros la hemos encontrado aquí, una vez más, en Sulawesi.
UN POCO DE HISTORIA
Manado estuvo bajo un primer dominio hispanoportugués, como deja ver hoy su arquitectura colonial.
Posteriormente la Compañía Holandesa de las Indias Orientales fundó una fortaleza en 1658.
Allí se quedaron hasta que en la II Guerra Mundial fue invadida por los japoneses.
Derrotado el ejército nipón, volvió a manos del gobierno y control indonesio.
Debido al comercio ilegal de grupos rebeldes, fue bombardeada en 1958 por el gobierno de Sukarno.
El pasado colonizador europeo es evidente en los barrios más antiguos de la ciudad de Manado. La arquitectura colonial se mezcla con una vegetación frondosa que parece querer brotar por encima del hormigón. Aceras contra arbustos que luchan por entrar en callejuelas y caminos. Una ciudad sin grandes atractivos turísticos pero a la que le encontramos cierto encanto. Probablemente por ser la primera que pisamos en este viaje que lleva implícito muchas ilusiones.
No se puede decir que sea una ciudad bonita ni mucho menos, pero la gente es encantadora, como ocurre por todo Sulawesi. La amabilidad y la cercanía de los locales por todo el norte de esta isla indonesia nos dejó realmente embaucados. No había opción a dar dos pasos sin que alguien nos saludase o se acercase a hablar con nosotros. Nunca para buscar nada, nunca para vender nada. Simplemente interacción social. Y justo eso es lo que buscamos en nuestras aventuras.
Porque al final, la gente es la que marca realmente los viajes. Al menos en el alma. Quizás en la vista sea la naturaleza, y de eso Sulawesi, también va ampliamente sobrada.
4. LA OFERTA TURÍSTICA DE MANADO EN SULAWESI
Merodear por las callejuelas para observar la vida local y las estampas pintorescas de cualquier rincón enrevesado de la ciudad es la segunda apuesta. Lo que viene a traducirse en ‘dejarse llevar’. Como hemos dicho, la gente es muy hospitalaria y podrás entablar conversaciones a menudo. Se muestran muy interesados por los viajeros, les gusta saber qué es lo que te ha llevado hasta allí, y quieren conocer más sobre nuestras costumbres occidentales. Igual que nosotros, así que se da una simbiosis cultural en toda regla.
Es lo bueno de viajar en una isla que podemos incluir en la categoría de ‘poco turística’ dentro de Indonesia. No hay duda si la comparamos con Java, Bali, Lombok o las islas Gili por ejemplo. La mayoría de nuestros conocidos no sabrían colocar Sulawesi en el mapa, y eso es lo mejor. Que todavía falta mucho tiempo para convertirla en un sitio sobreexplotado, algo que nos alegra muchísimo.
Es una delicia realizar cualquier actividad cotidiana, como aprovechar para cortarse el pelo por ejemplo. Una amabilidad extrema por parte de las peluqueras, una simpatía desbordante y mucho tacto y cuidado en lo que a cortar el pelo se refiere. Bonitos recuerdos de interacción que quedan como esas memorias viajeras originales y entrañables, que ellas publicaron en un ‘live’ de sus redes sociales.
Sigue siendo todo un lujo descubrir sitios auténticos que no vivan en exclusiva por y para el turismo. Porque al final, los que lo hacen, acabar por perder su esencia. Si no que se lo digan a algunos enclaves de Bali, que se parecen más a un centro comercial que a otra cosa.
También es verdad que a mucha gente le encanta ese tipo de turismo donde se agolpan restaurantes, bares, cafeterías, tiendas, puestos callejeros, venta de masajes, venta de sexo, venta, venta y más venta. Lugares donde todo se compra y se vende. Lugares donde la naturaleza y la cultura, están al servicio del consumismo.
Por supuesto respetamos todos los gustos, porque así tiene que ser, si no viviríamos en un mundo monótono. Pero en nuestro caso, no le encontramos ningún encanto, al contrario, nos provoca dolor de cabeza. No metafórico si no real.
Pero volviendo a Manado, podrá gustarte o no, pero desde luego es un sitio auténtico. Asia en esencia. No busques un diseño de ciudad, ni una estructura con sentido. Prepárate para la batalla que te ofrece el asfalto y te recomendamos que lleves un calzado cómodo y cerrado, mejor que unas chanclas de playa, si quieres evitar un susto.
Es importante observar a tu alrededor, pero no olvides mirar al suelo. Lo ideal es mirar con un ojo arriba y otro abajo, pero si no te ves capacitado, de cuando en vez echa un ojo a la carrera de obstáculos que se te pondrá por delante.
Baches, charcos, agujeros, saltos de acera, hierros amenazantes, baldosas falsas…si ya has estado en ciudades asiáticas no será nada nuevo, y tampoco es de las peores. Pero si eres novato por estos mundos, ojo avizor porque tu paseo puede recordarte que estás en un programa de Humor Amarillo.
Seguramente para la mayoría de los presentes, un paradigma arquitectónico puede ser la ciudad de París, o en otro estilo Nueva York. Manado no podría jugar en esas ligas, pero si uno disfruta viendo un cocktail de estilos arquitectónicos, este puede ser tu sitio. Eso si, un cocktail molotov.
Edificios, casas y santuarios de todas las formas, tamaños y colores posibles. Ya hemos comentado que las iglesias se llevan la palma, y que también entran en todas las categorías posibles, desde las más bizarras a las más minimalistas. También encontrarás alguna mezquita pero son escasas dado que la religión musulmana es residual. Pero insistimos en que si buscas un lugar ‘verdadero’, será una ciudad agradable.
Si dispones de varios días, los alrededores de Manado se presentan como una alternativa ideal para conocer lugares interesantes. En cuanto a espacios cerrados puedes visitar el Museo Pinawetengan y la Casa de los Tejidos, para ahondar en las tradiciones locales.
A tan sólo 35 kilómetros se puede visitar el poblado Tara Tara, que aún conserva algunas de las cuevas utilizadas por los japoneses durante la II Guerra Mundial, cuando el territorio dejó de pertenecer a la Corona Holandesa. La rodea un paraje natural espectacular con una laguna volcánica entre el monte Kasehe y el Tatawiran. Se puede llegar fácilmente desde Manado en autobús o van, las típicas furgonetas Toyota que verás por todas partes. Es el transporte colectivo más usado en la región.
Un poco más lejos, a unos 60 kms de Manado, se puede visitar un conjunto de piedras megalíticas conocidas como Watu Pinawetengan. Su superficie está repleta de misteriosos dibujos y escritos que nunca han sido descifrados, lo que sigue otorgando al lugar una atmósfera de misterio y leyenda.
El Parque de Waruga es otro de los atractivos cercanos a la ciudad. Allí es donde la tribu de los minahasa enterraba a sus muertos en cuclillas, en una tradición que buscaba una metáfora de retorno a la postura de los fetos en el vientre materno. Curiosidades para unos, excentricidades para otros. Pero nadie puede negar que son tradiciones antropológicas con interés para los que amamos la diversidad de culturas.
Si sois amantes del termalismo, apuntad los baños de agua caliente de Karumenga. Saltos de agua caliente de origen volcánico que atraen a un sinfín de locales por motivos de salud. Está situado en la aldea de Karumenga, Langoan, a unos 50 kilómetros de Manado.
Por último, a dos horas de la ciudad se pueden encontrar otros tres enclaves fascinantes para los amantes de la naturaleza.
El lago Linow, en Tomohon, que cambia de color dependiendo de la luz por su alto contenido en azufre, un lago volcánico original para la vista humana. Pero no es el único lago de la zona.
El lago Tondano es el más grande del norte de Sulawesi, a menos de 40 km de la ciudad de Manado. Se sitúa a 600 metros sobre el nivel del mar y donde podrás ver una enorme red de piscifactorías sobre sus aguas. Además el camino hasta el lago atraviesa pintorescas aldeas y plantaciones de clavo. El Remboken Tourist Site está situado en sus orillas y resulta ideal para practicar esquí acuático, pescar y navegar.
Y la Reserva Natural de Tangkoko, donde viven decenas de especies de mamíferos y aves destacando dos por encima de todos: el macaco de cresta blanca y el pequeño tarsier.
Nosotros nos quedamos con las ganas, porque aunque estaba planeado que nuestro itinerario pasase como mínimo por la Reserva Natural de Tangkoko, nos gustó tanto el buceo en Bunaken que ampliamos estancia, sacrificando otras visitas previstas en la zona.
Al final lo que falta siempre es tiempo, porque si te informas, todos los lugares del mundo pueden ser maravillosos si abres el cerco de búsqueda unos cuantos kilómetros. Y el entorno de Manado tiene mucho más que ofrecer de lo que parece a primera vista.
5. MANADO, ENTRADA AL PARQUE MARINO DE BUNAKEN
Los grandes tesoros de Manado rodean a una actividad que también es nuestra pasión conjunta, el buceo. Los fondos marinos de esta región atraen cada año a cientos de profesionales, tanto buceadores como biólogos, ilusionados por descubrir las joyas que esconde el Parque Nacional Marino de Bunaken y el estrecho de Lembeh Strait.
Se ha posicionado ya como uno de los destinos de buceo más famosos de submarinismo en Indonesia, y una vez comprobado, podemos certificar que se merece ese podio. Nos atraparon sus paredes de coral infinitas y su vida tan dinámica bajo el agua. Podrás ver absolutamente de todo, desde la vida más diminuta con una colección increíble de nudibranquios, a infinidad de peces y corales.
Para ser exactos y daros unas cifras, uno de los últimos estudios sobre el archipiélago de las islas de Bunaken habla de 300 especies de coral y 3.000 de peces gracias a su estratégica posición próxima al Triángulo de Coral. Es una auténtica ciudad de tortugas, donde podrás ver docenas y docenas en cada inmersión. Durmiendo, nadando, desperezándose, por arriba, por abajo, a tu lado. Es una auténtica maravilla. No faltan peces Napoléon, caballitos de mar pigmeos o tiburones de arrecife. Todo un paraíso por descubrir que os invitamos a descubrir.
Lembeh Strait, estrella del ‘muck diving’
Si sois amantes del muck diving tenéis no os podéis perder Lembeh Strait en la costa noreste de Sulawesi. Una pequeña isla que se sitúa frente a la ciudad de Bitung. Un estrecho canal con fondo fangoso y arenas negras volcánicas, que según cuentan es uno de los hábitat más increíbles del planeta.
Allí se han descubierto nada menos que 180 nuevas especies en los últimos años. No es extraño que cada año se sumen más biólogos, científicos y buzos para sumergise en sus aguas. Se ha colocado ya como la capital mundial del “muck diving” o buceo en fango, y rodeado de un entorno incomparable en una isla deshabitada casi por completo.
6. CLIMA Y TRANSPORTE EN LA CIUDAD DE MANADO EN SULAWESI
El clima de esta región septentrional de Sulawesi es excelente durante todo el año, salvo los meses de lluvias torrenciales en diciembre y enero. El resto de los meses se vuelven ideales para el viajero con una mezcla de calor y humedad, que posibilita el poder pasear en modo tirantes sin preocuparse de nada.
Manado se sitúa al norte de la línea ecuatorial, con sus vecinos de Filipinas como territorio más próximo, y esto le otorga un envidiable clima tropical. Así brota esa vegetación espectacular por todas partes, con un verde que resulta fascinante. Las plantas adoran este clima, calor y humedad, y campan a sus anchas.
En cuanto al transporte para moverte por la ciudad lo más barato son las pequeñas furgonetas azules, que son una especia de taxis colectivos. Son unas toyota que van de menos a más destartaladas según tu suerte. Pero por unas 2000/3000 IDR, que vienen a ser unos 20/30 céntimos de euro, poco más se puede pedir.
No esperes ir cómodo, irás apretado, pero eres tú quien tiene el poder de decidir cuál es el transporte que más te conviene. Como económico, no tiene rival. Además podrás conocer como se mueven los lugareños y compartir una experiencia que siempre suma en los viajes. Si se trata de una distancia corta ni te lo pienses.
La puerta lateral permanece siempre abierta, para facilitar la subida y bajada de viajeros. Me recordaban a las furgonetas colectivas de algunos países africanos como Kenia, donde de igual manera, las puertas nunca se cierran y algunos se suben prácticamente al vuelo. Pero tranquilo que no tendrás que jugarte la vida! Te subes, pagas los céntimos y disfrutas de un trayecto bizarro a más no poder, donde los locales buscarán charlar contigo.
Para distancias más largas funcionan con normalidad los taxis, que para tu suerte tienen aire acondicionado. O si prefieres también puedes utilizar las aplicaciones conocidas de transporte como Grab o Gojek, que es la equivalente en territorio asiático.
7. GASTRONOMÍA Y FUTURO DE MANADO EN SULAWESI
Gastronomía y futuro quizás sean dos elementos que no pegan para un mismo epígrafe. Pero es de lo que nos queda por hablar. Y curiosamente para hablar de la cocina de Manado, conviene viajar al pasado, porque su herencia colonial de conquistadores europeos y japoneses, ha conseguido unos platos muy interesantes en sus fogones. Probar bocados locales es un esencial para nosotros. Descubrir cualquier ingrediente o condimento nos ilusiona como pocas cosas, pensando en como poder incorporarlo a nuestros platos en casa.
Existen un montón de cafeterías porque son unos amantes del café en toda regla. Eso no quiere decir que lo vayas a encontrar bueno en todas partes, pero por lo menos tendrás opciones para escoger. Verás un montón de pequeños locales donde sriven café y se puede fumar, que están abarrotados por el sexo masculino. Si no fuese porque el olor a tabaco nos espanta, algunos tienen hasta encanto y aire ‘vintage’ pero del verdadero, no del postureo. Aún así, entramos en alguno durante algún chaparrón y ni tan mal, al ser locales muy abiertos el olor no permanece tanto como en los locales cerrados.
A pesar de que en la ciudad campan a sus anchas las grandes cadenas multinacionales (por desgracia pocos lugares escapan a esta globalización alimentaria) es posible encontrar sin problema pequeños restaurantes familiares tradicionales. En el paseo marítimo frente al mar, se disponen en línea unos cuantos negocios interesantes para comer. No confundir con los centros comerciales que brotan por la zona donde las discotecas y karaokes se vuelven los reyes del mambo, nunca mejor dicho.
Sobra decir que el arroz es el esencial de todo acompañamiento, pero también hay gran oferta de noodles. Tofu y huevos son otros clásicos básicos. Espinacas y berenjenas son de lo más habitual en su cocina. El pollo es el rey de los platos con carne, aunque hay un montón de pescados, frescos y ahumados, como en casi todos los sitios costeros asiáticos. En muchos restaurantes te podrás hacer una especie de plato combinado eligiendo los ingredientes que más te atraigan a la vista de los mostradores. Suele ser lo más práctico, y de precio tirado.
Apostamos siempre por los pequeños locales porque además de servir los platos más sabrosos, pagarás precios irisorrios para tu bolsillo. Así que todo será ganancia. Y hablando de ganar, y como conclusión, creemos que Manado es una ciudad ganadora. Si tuviésemos que hacer apuestas a que su crecimiento será imparable, no tendríamos duda.
El gobierno comienza a fomentar el ecoturismo más allá de los famosos fondos marinos que alberga toda la región. Pero además se está posicionando como una ciudad de negocios. Cuenta con dos fantásticos centros de convenciones con capacidad sumatoria de 10.000 participantes con otras tantas plazas hoteleras en establecimientos de tres a cinco estrellas.
No en vano ya ha sido la sede de eventos a nivel internacional en Asia, mostrando todo su potencial. Si une una privilegiada naturaleza, su posicionamiento indiscutible para el mundo del buceo y suma estas nuevas facetas de ecoturismo y turismo de negocios, a esta capital de las Célebes Septentrional le espera un gran futuro. Y nuestros ojos que lo vean, porque volveremos.
TROTANDOMUNDOS EN MANADO
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