Que decir de los entrañables caballitos de mar, esos seres diminutos tan especiales y extraordinarios. Sigue siendo uno de los más buscados en los fondos marinos. Nunca nos cansamos de verlos y hemos tenido oportunidades magníficas en España, Malasia o Indonesia.
Pero en Bunaken pudimos avanzar un nivel más y conocer al caballito de mar pigmeo, un ser absolutamente fantástico en miniatura que casi necesita un telescopio. Apenas supera los 2 cm de tamaño, lo que le convierte en una de las especies de caballitos de mar más pequeñas del planeta.
Otra de sus peculiaridades es, la impresionante capacidad mimética de este animal con su hábitat, las gorgonias del género Muricella; siendo uno de los más conseguidos camuflajes del reino animal. Su efectividad es tal, que la especie no se descubrió hasta que se examinó en el laboratorio una de sus gorgonias que les dan alojamiento.
Hemos visto de diferentes especies, colores y diseños. Su cuerpo está recubierto de tubérculos que imitan los pólipos de la gorgonia que habitan. Asimismo, presenta dos patrones de coloración según la especie de gorgonia que habite. Los que más nos han impresionado son los que viven especie Muricella plectana, color gris pálido o púrpura, con los tubérculos en rosa o rojo. Se camuflan tan bien y son tan pequeños que aunque te los señalen, tardas en verlos. Unos campeones del mundo camaleónico.
Una maravilla natural. No tenemos la mejor calidad de vídeo, pero os animamos a buscar fotografías profesionales de buceo de esta joya del mundo diminuto, os dejará boquiabiertos. Para nuestra suerte, hemos sido muy afortunados de ver unos cuantos en el Parque Marino de Bunaken.