Por último, a dos horas de la ciudad se pueden encontrar otros tres enclaves fascinantes para los amantes de la naturaleza.
El lago Linow, en Tomohon, que cambia de color dependiendo de la luz por su alto contenido en azufre, un lago volcánico original para la vista humana. Pero no es el único lago de la zona.
El lago Tondano es el más grande del norte de Sulawesi, a menos de 40 km de la ciudad de Manado. Se sitúa a 600 metros sobre el nivel del mar y donde podrás ver una enorme red de piscifactorías sobre sus aguas. Además el camino hasta el lago atraviesa pintorescas aldeas y plantaciones de clavo. El Remboken Tourist Site está situado en sus orillas y resulta ideal para practicar esquí acuático, pescar y navegar.
Y la Reserva Natural de Tangkoko, donde viven decenas de especies de mamíferos y aves destacando dos por encima de todos: el macaco de cresta blanca y el pequeño tarsier.
Nosotros nos quedamos con las ganas, porque aunque estaba planeado que nuestro itinerario pasase como mínimo por la Reserva Natural de Tangkoko, nos gustó tanto el buceo en Bunaken que ampliamos estancia, sacrificando otras visitas previstas en la zona.
Al final lo que falta siempre es tiempo, porque si te informas, todos los lugares del mundo pueden ser maravillosos si abres el cerco de búsqueda unos cuantos kilómetros. Y el entorno de Manado tiene mucho más que ofrecer de lo que parece a primera vista.