Teneguía: un volcán coqueto en La Palma
- 1. El Teneguía: más de 50 años
- 2. Historia volcánica de la isla
- 3. Última erupción – año 1971
- 4. Las consecuencias del volcán
- 5. Un cráter de mil colores
- 6. Una cima frente al Atlántico
- 7. Panorámicas maravillosas
- 8. Lo llaman el volcán ‘amigo’
- 9. Todo un desfile de moda
- 10. Otros cráteres del entorno
- 11. Ruta hasta Fuencaliente
- 12. Nuevos terrenos y playas
Su última erupción fue en 1971
1. EL TENEGUÍA: HISTORIA MODERNA VOLCÁNICA
Muchos de los paisajes naturales que observamos son resultado de largos períodos temporales, pero La Palma nos brinda la oportunidad de asistir en tiempo real a la creación de un paraje volcánico. Y en eso tiene mucho que ver el Teneguía, que presumía hasta hace poco de ser el último en escupir magma sobre tierra firme en España. Pero en 2021 Cumbre Vieja le robó ese título en una erupción mucho más agónica y trágica.
Joven pero sobradamente preparado, ha sido protegido por la legislación canaria dentro de la categoría de ‘Monumento Natural de los Volcanes del Teneguía’. Su formación ha tenido lugar en el transcurso de dos erupciones históricas: la del Volcán de San Antonio en 1677 y la del Teneguía en 1971.
Las formas volcánicas directas están muy bien conservadas porque la erosión ha sido mínima. Esta joya natural se asienta en el extremo meridional de la Dorsal de Cumbre Vieja, una de las regiones volcánicas más activas de Canarias. Es uno de los senderos más bonitos de toda la isla.
La ruta se puede realizar por libre y está muy bien señalizada, pero si lo prefieres puedes reservar este tour que recorre el tramo desde el Refugio del Pilar hasta los Canarios. Son más de 9 horas y unos 17 kms de recorrido sin desperdicio.
2. HISTORIA VOLCÁNICA DE LA PALMA
La isla de La Palma, al igual que las restantes del archipiélago canario, tiene un origen volcánico. Aquí han tenido lugar dos de las tres últimas erupciones de España: la del Teneguía (1971) y Cumbre Vieja (2021). La tercera ha sido en el Mar de Las Calmas de la vecina isla de El Hierro en 2011, y en esta ocasión sobre el océano.
La parte emergida tiene una extensión de 708 km², y una historia geológica que abarca desde los 3 y 4 millones de años. Está formada en la fase de crecimiento insular submarino llamado Complejo Basal. La mitad norte de la isla se corresponde con la parte más antigua formada durante el Pleistoceno, con la caldera de Taburiente coronando toda la isla con su compañera inseparable, la niebla.
La Dorsal de Cumbre Vieja con una superficie de unos 12 km llega hasta una altitud aproximada de 2.000 metros dando lugar a vertientes con pendientes muy elevadas. Aquí comenzó la última gran erupción volcánica de 2021.
DORSALES VOLCÁNICAS
Las dorsales volcánicas son estructuras formadas por una secuencia de erupciones en torno a una alineación de fisuras. De los flancos salen lavas y piroclastos de sucesivas erupciones y, a modo de un tejado a dos aguas, se va elevando la dorsal.
El conjunto denominado ‘Volcanes de Teneguía’ se sitúa en este extremo meridional de la dorsal de Cumbre Vieja, y es una de las regiones volcánicas más activas del archipiélago. Entre los centros de emisión formados durante la erupción, es el volcán de San Antonio el que adquirió mayor desarrollo. La cima de este edificio circular, con un cráter bien definido, alcanza los 632 metros de altitud.
Se localiza al sur del núcleo la población de Los Canarios-Fuencaliente, unos habitantes muy familiarizados con los fenómenos volcánicos. La erupción del volcán de San Antonio comenzó en noviembre 1677, prolongándose hasta junio del año siguiente.
A través de unos 18 puntos de emisión fue transformando la orografía preexistente y, al llegar al mar, hicieron retroceder la línea de costa unos 5 km, formando una plataforma de lava que allí denominan isla baja.
CRONOLOGÍA – RUTA DE LOS VOLCANES
- Volcán Tajuya: año 1585
- Volcán Martín: año 1646
- Volcán San Antonio: año 1677
- Volcán El Charco: año 1712
- Volcán San Juan: 24 de junio de 1949
- Volcán Teneguía: año 1971
- Cumbre Vieja: año 2021
3. LA ERUPCIÓN DEL TENEGUÍA: AÑO 1971
A principios de los años 70, el Teneguía se despertó y prolongó su actividad durante unos 25 días. La apertura de una fisura dio lugar a dos centros de emisión alineados. Pero en el transcurso de la erupción llegaron a formarse hasta 6 bocas eruptivas de norte a sur, por las que se emitían gases, lavas y otros materiales.
La Ruta de los Volcanes discurre por ese escenario volcánico y cónico que te hace soñar con otros mundos. Como una reminiscencia de aquella erupción que se inició en octubre de 1971, ha conservado durante muchos años el título de ser la tierra más joven de España hasta la actividad de Cumbre Vieja en 2021.
Sin olvidar que hemos vivido otra en 2011 en el Mar de las Calmas frente a La Restinga del Hierro. La Tierra tembló y escupió encima del océano Atlántico, dejando unas imágenes difíciles de olvidar. Podéis leer más sobre eso en la GUÍA DE VIAJE POR EL HIERRO.
La primera etapa de la subida discurre por un camino púrpura que parece formar parte de un sueño, aderezado por un sol cegador como si se tratase de un iluminado superior. Y en cierto modo lo es. De fondo, el cielo se funde con el mar. Azul sobre azul. El sendero es pedregoso por momentos, pero sin mayor dificultad en la base, sin mayor complicación siempre que lleves calzado adecuado para este tipo de trekking.
A principios de los años 70, el Teneguía se despertó y prolongó su actividad durante unos 25 días. La apertura de una fisura dio lugar a dos centros de emisión alineados. Pero en el transcurso de la erupción llegaron a formarse hasta 6 bocas eruptivas de norte a sur, por las que se emitían gases, lavas y otros materiales. La Ruta de los Volcanes discurre por ese escenario volcánico y cónico que te hace soñar con otros mundos.
Como una reminiscencia de aquella erupción que se inició en octubre de 1971, sigue conservando el título de ser la última de España en tierra firme. Porque la última se ha dado en el 2011 el Mar de las Calmas frente a La Restinga del Hierro, tembló y escupió encima del océano Atlántico, dejando unas imágenes difíciles de olvidar. Pero de eso hablaremos en otro post recordando el último capítulo volcánico de la Península dentro de la GUÍA DE VIAJE POR EL HIERRO.
¡ADVERTENCIA!
Antes de subir, es importante decir que el viento puede crear momentos de peligro en el recorrido del sendero. Conviene valorarlo antes de emprender camino, sobre todo si alguien no se siente seguro. Y en todo caso, con mucha precaución, porque de lejos parece inofensivo, pero cuando giras hacia el Atlántico, el viento se empodera y hace valer su fuerza.
Desde el día 15 de octubre de 1971 se registraba una gran actividad sísmica que desencadenó la erupción alertando a los vecinos palmeros de Fuencaliente. Al igual que ocurrió con la erupción de San Antonio, los materiales tapizaron una nueva orografía.
Varios focos emisores de lava desaparecieron sepultados por la actividad posterior, pero el cono que hoy se denomina Teneguía consiguió elevarse a más de 400 metros de altitud por una mayor actividad. La lava sepultó bajo un manto de cuatro metros y una superficie de casi 3.000 km2 ganando terreno al mar y fosilizando un cantil costero que formó un delta de lava.
Esto hizo crecer el tamaño de la isla, terrenos ocupados en la actualidad por plataneras y malvasía. Más información sobre esto en el apartado LA ERUPCIÓN DE 1971: NUEVOS TERRENOS Y PLAYAS.
4. LAS CONSECUENCIAS DE LA ERUPCIÓN
Desde la erupción del Teneguía, La Palma se convirtió desde entonces en un importante atractivo turístico que se mantiene medio siglo después. La principal recomendación para pisar sobre suelo volcánico, muy sensible a la erosión, conviene ir con cuidado y no salirse de los caminos marcados.
En medio de estos parajes es fácil imaginar ese torrente descontrolado de lava que, por suerte, no afectó a zonas pobladas aunque produjo daños materiales a los viñedos. También destruyó una playa, pero lo compesaría creando otra nueva: la playa de Echentive. Lo comido por lo servido.
Al volcán se le dio el nombre de Teneguía por un roque situado próximo al punto de origen, que en su día fue nombrado por los antiguos canarios predecesores. Al tratarse de una erupción muy reciente, las formas volcánicas directas se encuentran muy bien conservadas, los procesos erosivos non han gozado de suficiente tiempo para alterarlas de forma notable.
Seguimos ascendiendo y el terreno se complica por momentos con grandes piedras, pero siempre encuentras manera de salvarlas con un poco de cuidado. Tampoco hay que hacer virguerías, agilidad nivel básico podemos decir. La principal recomendación para pisar sobre suelo volcánico, muy sensible a la erosión, conviene ir con cuidado y no salirse de los caminos marcados.
A estas alturas ya puedes imaginar ese torrente descontrolado de lava que emergió sobre este territorio palmero. Por suerte, no afectó a zonas pobladas pero produjo daños materiales a los viñedos. También destruyó una playa, pero lo compesaría creando otra nueva: la playa de Echentive. Lo comido por lo servido.
En la cumbre los vientos son bastante fuertes, conviene tenerlo en cuenta antes de subir, si puede convertirse en un problema para el viajero. Y también hay que tenerlo presente mientras circulemos por los estrechos senderos que bordean el cráter. Nunca hay que retar a la naturaleza.
En ambas erupciones, la del San Antonio y la del Teneguía, predominan rocas básicas y la emisión de cenizas, bombas y lavas, acompañadas de una intensa actividad de gas. Esto ha formado conos y campos de piroclastos, que son fragmentos sólidos de material volcánico expulsado al aire durante una erupción.
No sabemos mucho de geología, pero no es necesario para fascinarse con las formas y colores imposibles. Y todo enmarcado en una atmósfera un tanto lúgubre que recuerda a paisajes de Tim Burton.
La tierra luce un aspecto fúnebre pero elegante. Tonos púrpuras, grises y negros, como vestido de etiqueta para la ocasión ofreciendo una interesante muestra de biodiversidad en terrenos recientes, como la tijereta y algunas formaciones vegetales.
Aunque todo te parezca terreno oscuro e infértil, es donde más sorprende el impulso de la naturaleza. Adaptación al medio. Evolución. El entorno de la ruta de los volcanes es un reto, del que vuelve a salir airosa.
Debido a su formación y localización, La Palma presenta un gran abanico de paisajes, con una generosa diversidad de ecosistemas. Esta ruta es un buen ejemplo. Os cruzareis a menudo con el lagarto tizón. Los machos son más llamativos que las hembras por su moteado y mancha de color azul en el pecho.
En todas las islas canarias existe un gran número de especies de lagartos gigantes endémicos. Presentan niveles críticos en ciertas poblaciones, lo que las ha colocado en la lista roja de especies amenazadas elaborada por la UICN, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Os contamos más sobre flora y fauna de estos senderos en el artículo LA RUTA DE LOS VOLCANES DE LA PALMA.
5. LA TIERRA MÁS JOVEN DE ESPAÑA
La cima del volcán Teneguía no destaca por su altura, 439 metros sobre el nivel del mar, sino por haber sido el último en erupcionar sobre la superficie terrestre hasta 2021. Situado en el extremo meridional de la Cumbre Vieja, la erupción del Teneguía duró desde el 26 de octubre de 1971 hasta el 18 de noviembre de ese mismo año. Muy corta si atendemos a la historia geológica de las islas Canarias.
Hablamos de la última erupción en tierra firme, porque recordamos que hubo otra erupción volcánica más reciente, en el océano Atlántico frente a La Restinga en El Hierro. Hablamos del año 2011. Pero mucho antes, el volcán Teneguía ya abrió portadas de informativos de todo el mundo, con la tierra abierta en canal vomitando miles de metros cúbicos de magma incandescente.
Las imágenes de un volcán disparando bocanadas de lava, es de lo más impresionante que se puede presenciar a nivel natural. No es de extrañar que desde los años 70 se crease toda nueva atracción turística en torno a este fenómeno volcánico que dio la vuelta al mundo.
Ahora se viste con gama de naranjas, ocres, rojos y rosas. Los gases son los culpables de este nuevo modelo de tonalidades, que rompe todo el concepto estético lúgubre. El Teneguía también saca su lado rompedor y estridente, como si estuviese de Carnaval.
Y con ese telón de fondo, podrás divisar todo el brutal complejo natural de magma. Toda la gama de colores presente en un cuadro infinito para la vista. Y con olor a salitre, porque si alcanzas la última cima de su contorno, estarás desafiando al horizonte y al océano Atlántico. Puedes descubrirlo en el siguiente apartado.
6. UNA CIMA FRENTE AL ATLÁNTICO
Cuando llegas a la cima del cráter con el viento azotando duramente, divisas ese sendero que veías a lo lejos y que te conduce al extremo más occidental. Y como si se tratase del broche final, el terreno se viste de rosa y púrpura con destellos. Un final de fiesta digno de un alumno aventajado de la sociedad volcánica aristocrática en la isla.
Los brillos y las tonalidades que recuerdan a un bombón de cereza, lo convierten en magnético a la vista. Terciopelo de chocolate, con una delicada mouse coronando el océano Atlántico. Un joven descarado pero con clase que apunta maneras en el arte del magma. Una maravilla natural extra-ordinaria y tan cerquita de casa.
El océano Atlántico va ganando presencia en una ruta que termina en el faro de Fuencaliente. Como hemos dicho varias veces en estos diarios volcánicos del sur: un mar y montaña en toda regla. Pero el momento más apoteósico frente al mar está en la cima del Teneguía. El extremo más occidental que cae en forma de precipicio al océano, donde hace 50 años se derramaba lava incandescente.
CSi puedes ver la cima del cráter a vista de pájaro, el terreno se viste de rosa y púrpura con destellos. Un final de fiesta digno de un alumno aventajado de la sociedad volcánica aristocrática en la isla.
Los brillos y las tonalidades que recuerdan a un bombón de cereza, lo convierten en magnético a la vista. Terciopelo de chocolate, con una delicada mouse coronando el océano Atlántico. Un joven descarado pero con clase que apunta maneras en el arte del magma. Una maravilla natural extra-ordinaria y tan cerquita de casa.
El océano Atlántico va ganando presencia en una ruta que termina en el faro de Fuencaliente. Como hemos dicho varias veces en estos diarios volcánicos del sur: un mar y montaña en toda regla. Fascinante pensar que por ese precipicio al océano, hace 50 años, se derramaba lava incandescente.
Es una pena que los volcanes sean tan destructivos, porque visualmente son todo un espectáculo. Su potencia y fuerza nos dejan noqueados. Y esa sensación recorría estos pueblos de La Palma en los años 70, se puede decir que fue ayer en la línea del tiempo tan relativa.
Quizás el estar solos durante toda la ruta nos ayudase a capturar mejor el magnetismo del lugar, pisando una tierra que desprende mucha energía. Sobre piedras rosas brillantes y gris marengo.
Vestida de gala en una fiesta VIP: Volcanes Importantes de la Palma
CURIOSIDADES
Se le dio el nombre de Teneguía por un roque próximo al punto donde nace. Fue nombrado así por los antiguos canarios que habitaban la isla, los guanches. El nombre deriva de Tiniguiga en lengua guanche, conocida como bereber canario o tamazight insular.
7. PANORÁMICAS VOLCÁNICAS
Desde la cima se ve mucho más que el océano Atlántico. Desde allí arriba, los viñedos que parecían extensos se vuelven irrisorios, en comparación con una mísera roca de las que bordean el cráter del Teneguía. Sus colores parecen homenajear a esa última erupción que muchos guardan en su memoria. Esa lava naranja e incandescente de antaño permanece presente con esas tonalidades naranjas, ocres, rojizas y marrones.
No hace falta ser un apasionado de la geomorfología para dejarse impresionar por esta obra gigante de la naturaleza. Hacia el sur llegarás a ver el Faro y las salinas de Fuencaliente, con el sendero que tomarás para continuar tu ruta de los volcanes hasta el final. Enfrente su hermano mayor el volcán San Antonio y parte de las cimas que forman en Cumbre Vieja siguiendo línea hacia el norte.
Sus colores parecen homenajear a esa última erupción que muchos guardan en su memoria. Esa lava naranja e incandescente de antaño permanece presente con esas tonalidades naranjas, ocres, rojizas y marrones.
No hace falta ser un apasionado de la geomorfología para dejarse impresionar por esta obra de la naturaleza. Hacia el sur esperan el Faro y las salinas de Fuencaliente, continuando con la Ruta de los Volcanes.
No está mal para un bebé volcánico como el Teneguía. Ha logrado una buena parcela en el sur de la isla bonita. Esperemos que no pierda esa esencia mágica y que se proteja como es debido porque el turismo sostenible es una necesidad para el mundo.
Esta ruta es un tesoro geológico que debemos cuidar y respetar. Con darse un paseo, la conciencia se ensancha. Buen momento para invitaros a nuestra sección de Turismo Sostenible.
8. EL VOLCÁN ‘AMIGO’ TENEGUÍA
Y como todo lo que sube… baja, pues eso es lo que toca. La perspectiva de bajada cambia visualmente y te das cuenta de la altura que has cogido en poco más de quince minutos. Los paisajes vuelven a cambiar como si el Teneguía se mantuviese en constante movimiento para agradar al viajero. Se aprecian otras formas y colores diferentes que en la subida. El desfile de moda continúa.
El descenso siempre es más peligroso porque es fácil resbalar sobre la grava, por eso es necesario ir ataviado con ropa adecuada de travesía que incluya un calzado de agarre como botas de montaña o tenis de trekking. Si en algún momento no te ves seguro con los pies, las manos están para algo, con sujetarte en alguna roca próxima que esté bien agarrada será suficiente. Porque un resbalón aquí, puede ser traicionero.
Allí solos con paisajes desérticos envueltos en silencio, pero al mismo tiempo llenos de vida. Seguramente una de las zonas con más energía de todo el mundo. Durante toda la Ruta de los Volcanes, esto es lo que percibe el caminante, un magnetismo especial que se palpa en la atmósfera, más allá de las panorámicas volcánicas imponentes y salvajes.
Ha sido llamado el volcán amigo porque no ha causado demasiados daños para erupcionar durante un mes. Los vecinos recuerdan venir a merendar en las cercanías para ver el espectáculo porque en aquel escenario apenas había poblaciones expuestas, lo que restaba el drama al fenómeno natural.
9. EL DESFILE DE MODA DEL VOLCÁN TENEGUÍA
PASARELA VOLCÁNICA: MODELO CASUAL MONTAÑA
1. Teneguía: Marrón Chocolate
A lo lejos el volcán Teneguía parece un tipo serio enfundado de un color marrón chocolate en la panorámica desde lo alto. Una pasarela que terminará con un broche digno de un cotillón de fin de año: el Teneguía vestido de gala de rosa y plata, con toques de purpurina. Pero para decidirse por el modelo para la noche, antes hay que probarse unos cuantos trapitos. Pero… no hagamos spoilers!
PASARELA VOLCÁNICA: MODELO APERITIVO
2. Teneguía: Púrpura con brillos
Pero si lo observas unos metros más adelante cambia de estilo completamente, quitándose el vestido marrón chocolate aterciopelado, para ponerse otro de piel de melocotón en tonos cereza. Saca el teleobjetivo y dispara a esos tonos granates y vino, ideales para tomarse un aperitivo en el Monumento Natural al que pertenece. Un modelo donde ya se puede apreciar el gusto por los brillos. Una capa de púrpura brillante.
PASARELA VOLCÁNICA: MODELO PASTEL
3. Teneguía Dorados y Ocres
Pero cuando quiere pasar desapercibido, el volcán Teneguía se viste con tonos pastel muy discretos, entre dorados y ocres, con algunos toques de marrones y negros recordando su procedencia interior. Un estilo que le va perfecto para el día, bajo un sol abrasador en las horas centrales del día, y mucho más en los meses de verano. Colores jaspeados en mate adornan los primeros pasos del ascenso a este histórico territorio volcánico.
PASARELA VOLCÁNICA: MODELO SAFARI EXPLORADOR
4. Teneguía Naranjas y Rojos
En su caldera cambia completamente de registro para ofrecer una recompensa al que ha llegado hasta allí. Rompe su línea clásica y ofrece a la vista una faceta más alegre y colorida. Con sabor veraniego, casi caribeño, se viste con naranjas y rosas, sobre un manto de terciopelo marrón, con virutas de chocolate incluidas. Un modelo que recuerda su lado más dulce, con camuflaje de rico bombón artesano.
PASARELA VOLCÁNICA: MODELO COCKTAIL
5. Teneguía: Rosa con purpurina
Las horas del día van avanzando y después de una ducha fresca de brisa del Atlántico, decide vestirse más femenino para la hora del atardecer. Tonos rosados con una buena dosis de purpurina, ideal para tomarse un cocktail cuando cae la noche al lado del océano. Tonos satinados para un brindis con sabor a salitre, Un modelo donde ya se puede apreciar el gusto por los brillos del señor Teneguía.
PASARELA VOLCÁNICA: MODELO DISCRETO Y ELEGANTE
6. Teneguía Negro clásico
Y mientras nos alejamos, se viste de color negro carbón para la despedida, dejando para la retina una perspectiva marciana. Pero siempre en su línea estética, elegante y formal. El negro de etiqueta sobria, es una apuesta segura para un jovenzuelo. Un clásico de toda la vida para cerrar una fiesta volcánica de alto nivel. La colección estética nos ha embaucado en medio de unos paisajes insólitos e indómitos.
10. OTROS CONOS VOLCÁNICOS
Además de los grandes volcanes de la ruta que hemos mencionado en la exposición, hay otros muchos conos volcánicos más pequeños pero igual de interesantes dentro del sendero GR-131. Una vez pasas de largo el Teneguía, comienza el descenso por un estrecho camino serpenteante que cruza la carretera asfaltada que llega al faro de Fuencaliente.
Siempre tendrás su contorno en el horizonte como guía para continuar por uno de los los itinerarios más atractivos de La Palma. Esta es la última parte de la ruta de los volcanes que discurre en su totalidad desde Los Canarios hasta Fuencaliente. Recuerda que tienes toda la información sobre el sendero completo en este artículo: Ruta de los Volcanes de La Palma.
Si has partido del Refugio del Pilar y te encuentras cansado al llegar a Los Canarios, nuestro consejo es que pliegues patas y dejes la segunda parte de la ruta para otra jornada. Pero si te ves con fuerzas puedes seguir del tirón, porque apenas son unos 6 kilómetros y de bajada. Calculad un par de horas aproximadamente, con paradas ‘fotográficas’ incluidas y abundantes.
Es una ruta sencilla con tramos de cierta pendiente y con un sendero delimitado por piedras, que transcurre al descubierto, sin vegetación que pueda dar sombra. Volvemos a insistir en la necesidad de ir con provisiones de agua, crema solar y algún tipo de gorro para cubrirse de sol. Lo que necesitéis compradlo en el pueblo de Los Canarios.
Más datos en el artículo RUTA DE LOS VOLCANES DE LA PALMA.
11. CONTINÚA LA RUTA AL FARO DE FUENCALIENTE
Una ruta natural tan espectacular como esta no podía terminar en cualquier sitio. A los pies del faro de Fuencaliente, se asientan unas salinas de gran interés para la ciencia. Son las únicas que siguen funcionando en toda la provincia de Santa Cruz de Tenerife, y lo hacen de forma artesanal desde el año 1967. Conforman un espacio natural protegido para su imprescindible conservación medioambiental.
Las salinas no son típicas de las Canarias occidentales, y en ellas habitan varias especies limícolas. Como el resto de la isla, se encuentra dentro de la distinción de Reserva de la Biosfera de La Palma. Se sitúan en la parte más meridional de todo el territorio isleño y presumen de la distinción de Sitio de Interés Científico.
Puedes recorrer por libre los paisajes de Fuencaliente o reservar este tour por el sur de La Palma donde también conocerás el Teneguía, el volcán más joven de Canarias.
Si en el horizonte ves dos faros y no has bebido, tranquilo, estás en lo cierto. Uno es de principios del siglo XX, que tras sufrir varias catástrofes, dejó paso a uno de nueva creación. En el año 2006 se reconstruyó el antiguo faro para acoger el Centro de Interpretación de la Reserva Marina de la isla de La Palma que busca fomentar el respeto por el medio marino y la pesca.
Si te apetece conocer sus fondos marinos puedes reservar este tour para practicar snorkel en Fuencaliente o realizar un bautismo de buceo en este mismo entorno.
El viejo faro fue construido en 1880 dando luz por primera vez en el año 1902 hasta 1939, cuando Fuencaliente sufrió un terremoto importante. La estructura quedó dañada en la base superior, donde se elaboró un pequeño balcón que observamos hoy en día. Su segunda cicatriz fue tras las erupciones volcánicas de 1971, y que trajo como consecuencia la construcción de un nuevo faro inaugurado en 1985.
- Más información en El faro y las salinas de Fuencaliente.
12. ERUPCIÓN DE 1971: NUEVOS TERRENOS Y PLAYAS
Caminando por esta ruta de los volcanes, es fácil identificar los terrenos que se han ganado al mar con la erupción del volcán Teneguía. La lava en contacto con el mar, ganó la batalla creando nuevas playas como la de Echentive y mucho más espacio para el cultivo. Allí donde hoy se asientan plantaciones de malvasía o plataneras sin fin, donde antes sólo había océano. Cuando un volcán erupciona, el cambio que provoca en su entorno es brutal.
No afectó a zonas pobladas pero produjo daños materiales a los cultivos de la vid de la zona, y destruyó las termas de Fuente Santa y una playa, en este caso lo comido por lo servido. Desde aquel momento la isla de La Palma se convirtió en un punto turístico, aunque mantiene la esencia sin la masificación de otras islas del archipiélago canario. No nos cansamos de repetir que es una joya natural desconocida en España, merece mucho la pena.
Si eres fan del plátano de Canarias, La Palma es tu sitio. La importancia económica del sector en la pequeña isla de La Palma, se plasma con un solo dato. Unas 12.000 personas viven de forma directa e indirecta del plátano, según datos de la Confederación Canaria de Empresarios. Es la segunda isla después de Tenerife con más hectáreas dedicadas a esta fruta.
En cuanto bajes del avión, no pararás de ver plataneras por toda la isla. Desde el aeropuerto a rincones imposibles en colinas, barrancos y montañas, que tocan los acantilados retando al mar. Desde los miradores parecen ser la puntilla del bordado de la costa, y de cerca ganan presencia gigantesca.
Lo consiguen gracias a una especie de invernaderos que mantienen la humedad y el calor a raya, para mantener las concidiciones ambientales adecuada a sus necesidades. Algunas de estas plataneras se sitúan precisamente en estos nuevos terrenos que ha regalado el Teneguía a Fuencaliente, en un intento de compensar lo que destruyó a su paso en 1971.
Imponentes volcanes, bosques jurásicos y cascadas de nubes en medio de un auténtico paraíso de plátanos. Las siluetas de las plataneras os acompañarán durante todo el viaje.
CONSEJOS PARA LA RUTA
- Sigue el camino principal de la Ruta de los Volcanes.
- El acceso al cráter del Teneguía está prohibido.
- Las indicaciones pueden ser confusas (por experiencia).
- Las normas del espacio protegido impiden el ascenso.
- Se puede subir al San Antonio desde el centro de visitantes.
Si no dispones de coche de alquiler puedes contratar traslados privados para moverte por la isla.
También puedes reservar tu plaza en el ferry para viajar a Tenerife en barco. La travesía dura unas 2,30 horas.
En el Pre-Viaje a La Palma encontrarás los mejores alojamientos y transportes para moverse por la isla, las carreteras más espectaculares y los bocados gastronómicos más apetecibles.
También información sobre la mejor época para viajar y todos los consejos necesarios que debes saber antes de empreder ruta.
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