Minimiza los riesgos, disgustos e imprudencias bajo el agua

En toda actividad o deporte que conlleve ciertos riesgos conviene seguir las normas a rajatabla para evitar sustos, disgutos o daños irreversibles en nuestro cuerpo. Pero lo cierto es que entre los profesionales del submarinismo tampoco existe una posición clara respecto a la
consideración del buceo como deporte de riesgo.

Seguramente lo sea menos que el puenting o el paracaidismo, pero lo cierto es que nos sumergimos en otro medio con cambios de presiones que pueden ser mortales si no se respetan las reglas del juego.

La mayor parte de los accidentes de buceo se producen por imprudencias y por un exceso de confianza del buceador, por eso conviene recordar los consejos para practicar un buceo seguro y responsable.

El seguro de buceo es obligatorio en España además de un reconocimiento médico cada dos años para asegurarnos de que nuestra condición física es apta para realizar inmersiones.

Seguramente lo sea menos que el puenting o el paracaidismo, pero lo cierto es que nos sumergimos en otro medio con cambios de presiones que pueden ser mortales si no se respetan las reglas.

La mayor parte de los accidentes de buceo se producen por imprudencias y por un exceso de confianza del buceador, por eso conviene recordar los consejos para practicar un buceo seguro y responsable.

El seguro de buceo es obligatorio en España además de un reconocimiento médico cada dos años para asegurarnos de que nuestra condición física es apta para realizar inmersiones.

10 consejos para un buceo seguro

Nunca bucees solo.
Confortabilidad con el equipo, traje y máscara.
Nunca contengas la respiración para evitar microapneas.
Compensa la presión en los oídos en descenso.
Doble check del equipo antes de realizar la inmersión.
Chaleco hinchado para entrar y salir del agua.
Sé conservador en tus acciones durante la inmersión.
No te despegues de tu compañero, siempre a la vista.
Nunca miedo, siempre respeto.
En el ascenso de emergencia, sube siempre más lento que tus burbujas.

1. Nunca bucees solo.

2. Confortabilidad con el equipo, traje y máscara.

3. Nunca contengas la respiración para evitar microapneas.

4. Compensa la presión en los oídos en descenso.

5. Chequea el equipo antes de realizar la inmersión.

6. Chaleco hinchado para entrar y salir del agua.

7. Sé conservador en tus acciones durante la inmersión.

8. No te despegues de tu compañero, siempre a la vista.

9. Nunca miedo, siempre respeto.

10. En el ascenso de emergencia, sube siempre más lento que tus burbujas.

Fecha del último buceo

La primera cuestión importante es la fecha de tu última inmersión. Si has estado más de seis meses sin bucear, las organizaciones internacionales recomiendan un repaso de las nociones teóricas respecto a la presión y descompresión o sobre el protocolo de las salidas de emergencia.

Si además no llevas demasiadas inmersiones a tus espaldas y ha pasado medio año o más desde la última vez que has buceado, se aconseja practicar los ejercicios básicos como cambiar a tu regulador de emergencia, intercambiarlo con tu compañero o vaciar el agua de la máscara. De este modo te sentirás más seguro si te ves obligado a realizar alguna de esas acciones después de tanto tiempo sin sumergirte.

Pero todo esto depende de ti y muchas veces gente que lleva años sin bucear no se molesta en hacer este refresco o evita comentarlo en el centro de buceo cuando lo preguntan. Sin embargo no cuesta nada cuando se trata de ganar seguridad en tu propio beneficio.

La calma es la clave. Los nervios son tu criptonita

Confort bajo el agua

El confort bajo el agua es otra parte fundamental para practicar un buceo seguro: debes estar a gusto con tu traje, con tus aletas y máscara, en general con todo tu equipo. Si ves que alguna talla no es la tuya, prueba más hasta sentirte confortable, has de tomarte tu tiempo para esta tarea y no equiparte con prisas. Una buena confortabilidad te ayudará a que los movimientos sean ágiles y rápidos si entras en una situación de emergencia o tienes que ayudar a tu compañero.

La máscara es fundamental porque una mala visión puede arruinar un buceo. Asegúrate de que la máscara no se empaña.

El traje húmedo ha de quedarte ceñido pero has de estar cómodo para realizar movimientos con libertad.

Las aletas deben de ir bien sujetas pero tampoco hacer demasiada presión.

El chaleco debe estar bien colocado y sus herramientas en la disposición correcta.

Asegúrate de que el lastre es el adecuado realizando una prueba de flotabilidad.

No lleves el pelo suelto. Mejor en coleta o con una cinta que lo empuje hacia atrás.

Es importante que la temperatura de tu cuerpo se mantenga a nivel. Si eres friolero existen chalecos calefactores para más confort.

Comprueba que tu ordenador de buceo funciona correctamente antes de sumergirte, especialmente si llevas tiempo sin usarlo.

Grabar mientras buceas

Quizás tu primera idea sea disparar fotos y grabar videos bajo el agua pero nuestra recomendación es que en las primeras inmersiones te centres solamente en bucear hasta que algunas acciones se conviertan en mecánicas como ocurre cuando uno saca el carnet de conducir. Ahora seguro que nunca piensas donde está el embrague, el acelerador o el freno. Cuando llegues a ese punto con los elementos de control de tu equipo puedes empezar a planteártelo, aunque al final es una decisión personal. Al principio será más que suficiente con concentrarte en estas cinco cuestiones.

Controlar tu equipo
Respirar con tranquilidad
Aprender a usar tus pulmones (ascender/descender)
Lograr la flotabilidad neutra
Observar la vida marina

Controlar tu equipo
Respirar con tranquilidad
Aprender a usar tus pulmones (ascender/descender)
Lograr la flotabilidad neutra
Observar la vida marina

Llevar una cámara sería como hacer malabarismos mientras te estás sacando el carnet de conducir. No tengas prisa que habrá tiempo. Los instructores suelen llevar cámaras y podrán enviarte algunos recuerdos submarinos de tus primeras inmersiones, muchas veces pagando un pequeño suplemento y en otras ocasiones te las pasarán de forma gratuita. En todo caso, deja que ellos lo hagan por ti y concéntrate únicamente en la experiencia.

Este mundo de fantasía requiere toda la atención posible y pocos minutos hay tan bien invertidos como observar escenas de ciudades submarinas bajo el agua. Las primeras inmersiones son realmente mágicas e hipnotizantes y las guardarás para siempre en tu memoria.

Salidas de playa o barco

Siempre que haya navegación de por medio, a la hora de subir al barco tras las inmersiones deberás seguir las instrucciones del instructor o guía de buceo. Generalmente se siguen estas máximas.

Sacar el lastre y entregárselo a alguien del barco. Recuerda agarrarlo por la parte adecuada para evitar que puedan caer los pesos al fondo del mar.

Retirar el chaleco y que te lo recojan desde el barco. Abre bien las correas para que liberarte de él sea más fácil.

Quitar las aletas y depositarlas en la embarcación. Si hay oleaje y no te ves capaz de flexionar correctamente pide ayuda a un compañero para evitar que caigan al mar.

La máscara siempre bajada al cuello, nunca te la pongas en la cabeza como se colocan las gafas de sol porque es fácil perderla.

Pero cuanto más buceas más compruebas que no hay reglas de oro porque hemos subido a barcos entre corrientes bastante intensas cargados con todo el equipo (sin las aletas) y sólo agarrados a la línea. Incluso hemos subido con el lastre puesto, cosa que nos ha extrañado bastante, como nos ocurrió en la isla de Balicasag en Filipinas. En todo caso, siempre os indicarán la manera de subir durante el briefing anterior a la inmersión.

Cuando las inmersiones se realizan desde la orilla hay que tener en cuenta el esfuerzo físico que conlleva porque el equipo es bastante pesado. En definitiva, se pueden dar un montón de casuísticas dependiendo del tipo de embarcación, de país y de centro de buceo.

Temperatura y confort

En cuanto a la temperatura del agua para bucear existen diferentes trajes para adaptarse a cada medio. Nosotros hemos buceado principalmente en aguas tropicales de Asia, África o Centroamérica con traje húmedo corto o largo de 3 milímetros.

En aguas próximas al Ecuador la temperatura del agua rondan los 28/30 grados, lo que podemos denominar muy confortable para bucear con traje corto. Aunque si realizas tres inmersiones en el mismo día puedes coger algo de frío aún en aguas del Trópico.

En zonas con aguas menos cálidas muchos buceadores usan chalecos calefactores o camisetas de licra especial bajo el traje. Eso dependerá de cada cuerpo y te irás conociendo a medida que realices más inmersiones y en diferentes condiciciones. Para temperaturas más bajas se aconsejan trajes secos o semisecos como se aprende en la teoría del curso Open Water Diver.

En España hemos buceado en algunos de los sitios más cálidos del país como Tenerife o Menorca. Cuando buceamos en El Hierro la temperatura rondaba los 21/23 y nuestra sensación térmica después de tres buceos no fue del todo confortable. Si el sol pega fuerte y te secas bien, el termostato corporal se va regulando pero si te quedas húmedo puedes pagarlo con un catarro que pondría fin al buceo durante tus vacaciones.

Si aconsejamos llevar siempre en tu bolsa waterproof otra muda de ropa para cambiarte al terminar el fun dive y no enfriarte en el trayecto de vuelta en el barco. No viene mal una sudadera o chuvasquero en los lugares tropicales donde el clima es muy variable y un día de sol se puede volver tormentoso en poco tiempo.

En Panamá cayó una tormenta fuerte cuando estábamos de vuelta a Santa Catalina desde la isla de Coiba y tuve que dejarle la sudadera a otra buceadora, la toalla a su amiga y yo ponerme una muda seca. Por estas experiencias recomendamos llevar siempre algo impermeable y plegable que puede ser muy útil para estos casos.

Corrientes y visibilidad

Una vez empieces a bucear recuerda ser precavido porque las condiciones del mar pueden cambiar en cualquier momento, como puede ser la visibilidad. En sólo unos minutos puedes no ver a tu compañero a dos metros, de ahí lo importante de no despegarse y manteneros en visión porque si tienes algún problema, será el único que podrá compartir aire y evitar males mayores.

Durante el Buceo en Sipadan hubo inmersiones complicadas con corrientes fuertes y una visibilidad casi nula que impedía ver al guía a un metro en busca de grandes bancos de peces y cetáceos. En esos momentos es muy importante mantener la calma y seguir los protocolos aprendidos en la teoría para aplicarlos a la práctica. Los nervios son los peores aliados bajo el océano.

Mucho ojo con las corrientes: no te confíes por haber hecho docenas de inmersiones, si han sido todas en aguas tranquilas. Bucear con corrientes requiere concentración y un mayor esfuerzo físico. Si te pones nervioso y no controlas la respiración, el agobio puede transformarse en ansiedad y complicar más la situación adversa.

No pierdas de vista a tu compañero y mantente cerca de tu instructor para seguir sus indicaciones si surgen problemas. Cuando acudas a un centro de buceo conviene que informes de tu experiencia con corrientes, para que lo tengan en cuenta si aparece alguna de forma inesperada.

En la isla panameña de Coiba nos enfrentamos a corrientes medias con mala visibilidad. Para mi fue toda una prueba de fuego porque nunca había tenido esas condiciones y en la parada de seguridad apenas había un metro de visibilidad. Es ahí donde tienes que poner a prueba tu capacidad de controlar tu ansiedad y tu respiración.

Normas de seguridad

En caso de que tu compañero se encuentre mal o desaparezca de tu campo de visión deberás seguir el protocolo internacional de emergencia. La primera norma es permanecer quieto en el sitio donde te encuentres durante un minuto y si no aparece, subir a la superficie respetando la velocidad de ascenso y realizando la parada de seguridad si es necesaria. Lo normal es que tu compañero aparezca en tu ángulo de visión fuera del agua si habéis buceado juntos como manda la norma.

El resto del grupo tendrá que hacer lo mismo que tú: ascender y reunirse en superficie. Se acabó la inmersión para todos pero la seguridad es lo único que prima ante cualquier hipótesis de emergencia. Esta información será parte del examen teórico y será vital recordarlo cuando lleves un tiempo sin sumergirte.

A pesar de esa norma, hemos vivido situaciones diferentes y extrañas donde manda el instructor porque el medio submarino no es apto para debates. En la isla de Coiba en Panamá una chica del grupo se encontraba mal y avisó con la señal pertinente a la instructora que acudió a chequearla. Nos dio indicaciones para que esperásemos todos juntos en ese punto a que ella volviese mientras la subió a superficie para bajar de nuevo y continuar el buceo.

Es verdad que apenas llevábamos 10 minutos de inmersión, estábamos a poca profundidad y en todo momento veíamos lo que estaba pasando a unos metros sobre nosotros, pero nos sorprendió porque no es lo que dice la norma. En todo caso serán los monitores y/o instructores los que señalen como desarrollar la actuación en caso de emergencia.

TRES CONSEJOS DE BUCEO

Nunca bucees por encima de tus posibilidades ni de la legalidad de tu curso certificado. No se trata de bajar más profundo, si no de poder repetir.

Para adquirir experiencia no queda otra que ser prudente porque nos movemos en un entorno nuevo y muy cambiante.

La tranquilidad será tu mayor aliada para controlar la respiración y para actuar con cabeza ante cualquier riesgo o emergencia.

TRES CONSEJOS IMPRESCINDIBLES

Nunca bucees por encima de tus posibilidades ni de la legalidad de tu curso certificado. No se trata de bajar más profundo, si no de poder repetir.

Para adquirir experiencia no queda otra que ser prudente porque nos movemos en un entorno nuevo y muy cambiante.

La tranquilidad será tu mayor aliada para controlar la respiración y para actuar con cabeza ante cualquier riesgo o emergencia.