Altea es un enclave mágico del Mediterráneo: refugio de artistas y uno de los pueblos con más encanto de Alicante.
Su casco antiguo de tradición marinera es de lo más pintoresco con la arquitectura típica mediterránea.
Casas blancas, callejuelas de piedra y bonitos miradores conquistan a pesar de ser un lugar muy turístico.
No faltan rutas de senderismo por las montañas que envuelven a la comarca de la Marina Baixa.
Con un clima envidiable todo el año, como olvidar sus preciosas playas.
Altea es elmar y montaña perfecto de la Costa Blanca.
1. ALTEA: LA PERLA BLANCA DE ALICANTE
Arquitectura, patrimonio y playas de ensueño
Altea tiene fama de ser uno de los pueblos más bonitos de la Costa Blanca a pesar de ser un enclave de lo más turístico. Pero hay rincones que por mucho que se masifiquen siguen manteniendo encanto. Si encima lo visitas fuera de temporada alta, como fue nuestro caso, la magia del Mediterráneo aumenta.
Un lugar pintoresco con sus fachadas blancas, sus calles de piedra y sus cúpulas azules que se ha consolidado como un destino imprescindible y auténtico. Entre dos gigantes de la urbanización turística alicantina como Benidorm y Calpe, intenta mantener su esenciasin dejarse aplastar por el peso del ladrillo.
Altea fusiona a la perfección arquitectura, patrimonio y encanto, ofreciendo unas playas estupendas de aguas cristalinas y colores turquesa sin olvidar el senderismo de las montañas que rodean la comarca de Marina Baixa. Altea es capaz de combinar con sobrada dignidad el turismo de sol y playa con el turismo cultural.
Las cúpulas de un azul marino brillante seducen a cualquiera, como si fuesen olas del océano surcando los tejados de las casitas encantadoras. Decoran de manera sublime un cuadro típicamente mediterráneoy con sabor a verano todo el año. Sigue leyendo y descubre los mejores rincones y actividades que ofrece esta preciosa localidad de Alicante.
2. EL CASCO ANTIGUO DE ALTEA
Patrimonio entre rincones sugerentes
El casco antiguo de Altea le brinda a esta localidad el sobrenombre de la cúpula del Mediterréno, por su bello remate de tejas azules de la Iglesia de Nuestra Señora del Consuelo. Una icónica imagen que corona la villa en lo alto de su colina.
La Plaza de la Iglesia, centro neurálgico del casco antiguo de Altea, se rodea de restaurantes con terrazas de lo más apetecible. Parada obligada resulta el magnífico Mirador de la Muralla, un balcón que se asoma al bello azul claro del Mediterráneo con el puerto de Altea y el Parque Natural de la Serra Geladacomo telón de fondo.
Desde la Plaza de la Iglesia se desciende por el empinado y estrecho Carrer Major (Calle Mayor) salpicado de tiendas de ropa, artesanía y restaurantes. Al final de esta calle encontramos el Portal Vell (Portal Viejo), testimonio de la antigua entrada al casco viejo a través de la desaparecida muralla. Algunas plazas chulas sonLa Plaça de L’Aigua o la Plaza de la Cruz.
Con vistas al mar por un lado y a la imponente Sierra de Bernia por el otro, callejear por Altea es un placer visual constante. A pesar del ajetreo se respira ese ambiente bohemio que ha seducido a tantos artistas a lo largo de los años. Se puede bajar a pie hasta la Platja de la Roda para pasear hasta el puerto de Altea donde los tradicionales barcos de pesca subastan el pescado en la lonja.
3. ITINERARIO POR EL CASCO ANTIGUO
Miradores – monumentos – plazas
Empezamos el itinerario por las calles blancas de Altea en busca de sus mejores vistas. La primera parada mientras ascendemos desde los aparcamientos, será uno de los miradores más concurridos: el de Portal Vell. Un balcón con vistas infinitas al Mar Mediterráneo y al omnipresente Peñón de Ifach. Una pequeña atalaya situada en el corazón del centro histórico. La panorámica atrapa y no puedes dejar de mirarla y fotografiarla.
Si quieres ascender a la cima del Peñón de Ifach debes solicitar autorización previa. Tramítalo online en la web oficial.
Si quieres ascender a la cima del Peñón de Ifach debes solicitar autorización previa. Tramítalo online en la web oficial.
Paseando por la plaza se obtienen diferentes vistas panorámicas del casco histórico con el océano azul como marco en el horizonte. En sus miradores es fácil apreciar este cuadro mediterráneo, pero quizás en otros rincones más solitarios puedas recrearte a conciencia. Para esto sólo tienes que moverte un poco y encontrar ese sitio donde no todos llegan.
El color azul del océano se tiñe de mechas turquesas para deleitarnos con una estampa caribeña mediterránea. Palmeras, playas de aguas cristalinas y pueblos blancos colgados de laderas de sierras imposibles. Todo esto se divisa a la perfección desde lo alto.
Pero no será el único espacio con vistas de la ruta por Altea, el Mirador de los Cronistas o el Mirador de la Muralla, son algunos de los más buscados, aunque saldrán otros improvisados por el camino. Hacia el océano, hacia Benidorm o hacia Calpe. No importa la dirección, todas las panorámicas tienen algo especial.
La antigua muralla
Seguimos ascendiendo entre calles empedradas y casitas blancas al encuentro con la historia. Vamos a cruzar por una de las puertas de acceso de las viejas murallas de Altea, el llamado Portal Vell o Puerta de Valencia. Esta construcción nos permite acceder hasta una de las calles más bonitas del centro.
Sólo queda otra puerta de acceso que se llama Portal Nou o Puerta del Mar, y se conservan algunos lienzos de la muralla renacentista bien integrados en el conjunto arquitectónico actual.
Iglesia de Nuestra Señora del Consuelo
Es el gran símbolo alteano: un maravilloso templo visible casi desde cualquier parte de la localidad y rematado por dos llamativas cúpulas de tejas azules que le otorgan a Altea su primer apellido: LaCúpula del Mediterráneo. Hablamos de la Iglesia de Nuestra Señora del Consuelo, de estilo barroco y construida en el siglo XIX sobre otra capilla más pequeña.
Se divisa desde la mayor parte de calles de esta parte vieja de la ciudad. El color azul intenso tiene algo especial que atrapa visualmente. Las casitas encaladas blancas son las culpables del segundo apellido de Altea: la Perla Blanca de Alicante.
Plaza de la Iglesia
La plaza que rodea la iglesia es el epicentro socialrepleta de negocios, bares y restaurantes. Un ambiente animado que contagia, ideal para tomarse un vermú a media mañana y disfrutar de las vistas bajo un sol cálido que nunca descansa. No faltan tiendas de artesanía, de productos locales o de ropa para los que prefieren combinar el paseo monumental con shopping.
Si lo que buscáis es hacer fotos con poca gente sólo os queda madrugar para disparar, llegando antes que la marabunta especialmente en los meses de verano. En el puente de noviembre se estaba de lujo sin demasiada gente, incluso conseguir mesa para seis a mediodía ipso facto, algo que en temporada alta será bastante más complicado.
En lugares tan pequeños la muchedumbre siempre resta encanto y autenticidad en medio de una escena que se presume bucólica. Cuando un pueblecito tan reducido en tamaño se masifica, el devenir del paseo puede terminar en crispación.
Eso puede alterar la percepción del espacio pues no recibimos los mismos estímulos cuando paseamos tranquilamente por una localidad, que dando codazos para poder transitar por sus calles más céntricas. Optar por visitarlo en temporada baja es un acierto, además de colaborar con un turismo responsable y sostenible.
Casa Cervantes
Entre todo este meollo de miradores y arquitectura popular, cabe destacar la Casa Cervantes en la calle Santa Bárbara, una de las más bonitas de Altea. Destaca por su curioso estilo neomudéjar de principios del siglo XX.
Su nombre se debe a que este ecléctico edificio fue construido por Francisco Martínez, gran estudioso y apasionado de la obra de Miguel de Cervantes.
4. LAS CALLES MÁS BONITAS DE ALTEA
Y las que no salen en las redes
Altea seduce con sus calles empedradas y escaleras vertiginosas al océano. Las calles y plazoletas más bellas del municipio son: el carrer Major, la calle Salamanca, la calle de Santa Bárbara, la calle de San Miguel, la calle Bonavista y la plaça de L’Aigua.
En la foto superior veis una de las imágenes más icónicas de Altea, aunque en lugares tan turísticos preferimos lanzarnos a buscar rincones con encanto verdadero. Basta con alejarse de las calles más turísticas y fijarse en los pequeños detalles.
El hierro forjado de las balconadas, las baldosas que lucen bajo esos balcones, o las flores que adornan unas fachadas tan maravillosas.
El centro histórico de Altea es un gran mirador natural, porque donde menos lo esperas aparece un balcón con unas vistas excepcionales al mar. Pero no sólo de océano vive el hombre y las pequeñas cosas la engrandecen, los detalles suman.
Flores de colores en las ventanas, enredaderas que cuelgan de los edificios, tiendas de artesanía local, azoteas con vistas donde te quedarías a vivir, bares con solera y buena conversación, terrazas acogedoras al sol y restaurantes donde reponer fuerzas.
No le falta de nada para pasar un día tranquilo, como debería ser obligado en un entorno mediterráneo.
Si no dispones de tiempo puedes recorrer el casco antiguo y tomar algo en la plaza en un par de horas. Aunque nuestra recomendación es que pases una jornada disfrutándolo con calma.
¿El plan? Paseo matutino sin mucha gente para fotografiarlo, vermú en la plaza central a media mañana, bajada al paseo marítimo, comida en un restaurante con vistas, baño en la playa más cercana y puesta de sol sobre el peñón de Ifach. No conviene pasar de puntillas sólo para la foto de turno.
Pero Altea es más que su casco antiguo, su patrimonio cultural y monumental y su gran oferta de playas completan el abanico de ocio de este pueblo alicantino tan seductor. A continuación mostramos los puntos turísticos más importantes para completar la ruta.
5. OTRAS COSAS QUE VER EN ALTEA
La primera iglesia ortodoxa de España
PASEO MARÍTIMO. Empieza en el puerto y recorre parte de la costa de Altea durante 4 kms con carril bici. Se puede comenzar el paseo en la localidad de Albir y terminar en la playa de la Roda junto al llamado Mirador del Paseo Marítimo. No faltan restaurantes donde degustar la gastronomía pesquera y arrocera. Heladerías y cafeterías que miran hacia sus playas urbanas y su puerto deportivo.
IGLESIA ORTODOXA. De camino a Calpe, a la altura de Altea Hills, aparece la Iglesia Ortodoxa de madera y con unas llamativas cúpulas doradas.Fue levantada en 2002 casi en su totalidad con materiales traídos de Rusia, y está considerada como la primera iglesia ortodoxa de España. Se ubica cerca de la playa del Mascaratque también merece una visita.
6. LAS MEJORES PLAYAS DE ALTEA
Aguas cristalinas y turquesas
Unos 8 kilómetros de costa que regalan más de una docena de playas y una característica en común: ninguna de ellas es de arena. Todas están formadas por cantos rodados blancos de diversos tamaños. La primera recomendación es llevar unos escarpines o chanclas de sujeción si se quiere pasear o entrar al agua sin dificultades ni riesgo de caída.
La comodidad se arregla con una hamaca o una silla de playa y juegan con una gran ventaja sobre sus competidoras cercanas: no están masificadas como las de Benidorm, puedes disfrutar de un ambiente más tranquilo y relajado.
Algo impagable en plena Costa Blanca.
Playa de la Olla. Más de 1 km de extensión, agua transparente, vistas al Peñón de Ifach y restaurantes a pie de mar.
Playa del Cap Negret. Una playa de grava fina y cómoda, semiurbana, con dos kilómetros de extensión. Baja ocupación.
Playa La Roda. Es la más cercana al centro histórico y con Bandera Azul y presume de aguas muy cristalinas. Más concurrida.
Más alejadas del centro urbano y enmarcadas en un entorno virgen y protegido están las playas del Parque Natural Serra Gelada. Pequeñas, escondidas entre acantilados y de difícil acceso como cala del Médico y la playa de La Mina (las más cercanas a Altea) y las calas de Almadraba y Tío Ximo (muy próximas a Benidorm).
Conviene informarse en la oficina de turismo del estado de los senderos de acceso en el momento del viaje.
7. ¿CÓMO LLEGAR A ALTEA?
A 60 kms de Alicante y a 12 kms de Benidorm
Altea está muy bien situado en el corazón de la Costa Blanca por lo que no será complicado llegar. Se ubica a unos 60 kms de la ciudad de Alicante y a sólo 12 kms de Benidorm. Recomendamos visitarlo fuera de temporada alta para disfrutarlo con más esencia y tranquilidad. El otoño o el invierno garantizan poco movimiento turístico que se vuelve abrumador a partir de primavera y durante todo el verano.
Evitar la sobrecarga durante esos meses álgidos supone colaborar con un turismo sostenible, donde los viajeros debemos sacrificar momentos e incluso lugares para colaborar en positivo con el medio. Si quieres saber más sobre viajar con sostenibilidad entra en nuestra sección de Medio Ambiente y Turismo Sostenible.
¿Dónde se puede aparcar el coche en Altea?
Lo más recomendable es aparcar el coche en los alrededores del centro urbano e ir caminando hasta los puntos más turísticos. En la base del pueblo hay algunas explanadas habilitadas para aparcar, ahí lo dejamos nosotros. En temporada baja no había demasiado problema para estacionar. El paseo subiendo al pueblo es precioso con diferentes perspectivas según asciendes.
En cuanto a parkings (gratuitos en noviembre 2021): el de la calle Sant Xotxim, el de la plaza de los Deportes y otros espacios habilitados en la Nueva Playa de Altea (paseo del Mediterráneo) y la Playa de la Roda (calle San Pere).
8. ALOJAMIENTO EN ALTEA
Apartamentos – turismo rural – hoteles
La Costa Blanca es uno de los epicentros del turismo en España, y por supuesto Altea ofrece un mundo de posibilidades en cuanto a los alojamiento, sobre todo durante la temporada alta. A pesar de la gran oferta, en verano es necesario reservar con antelación si la idea es poder escoger y no quedarse con las peores opciones calidad-precio.
La oferta hotelera abarca un gran abanico de opciones para todos los públicos y bolsillos, desde apartamentos en primera línea de playa como lujosas villas de montaña. El turismo rural está en auge.
Sin olvidarnos de los clásicos básicos: hostales, pensiones, campings y hoteles con encanto. Hemos seleccionado algunos destacados para facilitarte algo de trabajo.
Hostal Fornet Altea.Buena ubicación justo a la entrada del centro histórico, instalaciones sencillas y precios moderados.
Casa Daci.Un apartamento con encanto en pleno centro histórico de Altea. Dos dormitorios y una decoración exquisita.
Guadalest es el único pueblo de la provincia de Alicante dentro de la Asociación de Pueblos más Bonitos de España y tiene unas vistas de escándalo y joyas monumentales. Sorprende este enclave rural en medio de una costa alicantina afamada por sus playas.
Entra en la Casa de Orduña o en los curiosos museos de microminiaturas, admira las vistas del embalse de Guadalest desde el recinto amurallado y también desde lo alto del Castillo de San José, un tesoro arquitectónico medieval.
FONTS D’ALGAR. Es otro de los grandes clásicos que ver en la zona. Una serie de cascadas naturales y pozas cristalinas de color turquesa a sólo 15 kilómetros de distancia de Altea. La entrada está regulada y se paga una pequeña tarifa para acceder.
CALPE Y EL PEÑÓN DE IFACH
La localidad de Calpe es una de las aberraciones urbanísticas del Levante. Es triste ver un paisaje natural urbanizado hasta el último milímetro. En vertical y en horizontal. Observar flamencos dentro de una laguna completamente rodeada de edificios y asfalto, cuando menos chocante.
El peñón de Ifach es su mayor atractivo, convertido en Parque Natural. La subida a la cima recompensa con una impresionante roca con vistas privilegiadas de la costa alicantina. La ruta de senderismo de unos 5 kilómetros tiene poca dificultad y una recompensa visual muy grande. Para acceder al sendero hay que hacer reserva previa en este link.
JÁVEA Y VILLAJOYOSA
Jávea sufre urbanización intensa pero ofrece unos paisajes plagados playas paradisíacas y acantilados recortados alucinantes. Las playas más conocidas con la Cala Sardinera, la Playa de la Granadella y la Cala de Llebeig.
Villajoyosa o La Vila Joiosa (la Ciudad Alegre) presume de todo lo contrario. Escapa al ladrillo para intentar mantener su esencia de pueblo pesquero donde la tradición sobrevive a la sobreexplotación turística de otras localidades vecinas. Sus casas de colores y sus balcones llenos de vida son todo un símbolo de la Marina Baixa y caminar por su paseo marítimo es una gozada.
La oferta se completa con una playa urbana, monumentos relevantes y un ambiente de lo más acogedor. No os perdáis las casas colgantes de colores, una estampa de lo más curiosa en este enclave pintoresco de la Costa Blanca.
BENIDORM
Benidorm fue el germen del turismo de masas en España y ha pagado un alto precio por ello. La línea de rascacielos sobre las playas urbanas llega a hacer sombra sobre los arenales, dejando claro el poco sentido común de la explotación urbanística y turística sin sentido.
Esa vista panorámica de las playas de Poniente y Levante enmarcadas por ese skyline que parece sacado de otro país, se ha convertido en un símbolo. Valen la pena algunos de sus miradores como el Balcón del Mediterráneo o el de la Ermita Virgen del Mar sin dejar de pasear por alguna de sus playas.
OTROS LUGARES Y SENDEROS
Camins d’Altea.Red de senderos señalizados que recorren el pueblo y su huerta desarrollada gracias al río Algar.
La Ruta del Faro de l’Albir. Un sencillo paseo con fantásticas vistas de la Bahía de Altea y la Serra de Bèrnia.
El Cañón del Mascarat. Un abismo de roca esculpido por la fuerza del agua. Espectacular.
El Forat de Bèrnia. Pedanía de Cases de Bèrnia. Atravesar el túnel natural de ‘El Forat’ brinda unas vistas impresionantes.
Si necesitas más información sobre más lugares que ver, playas que no he nombrado y otras actividades interesantes en la zona, te aconsejo recurrir a la web oficial de Visit Altea.
Cervezas artesanales Althaia. Producción artesanal e independiente, desde el año 2014. Avalada por numerosos premios internacionales.
Tomate Rosa de Altea. Una variedad local muy apreciada, con excelentes propiedades organolépticas.
Si no dispones de vehículo para desplazarte a las localidades turísticas más cercanas y no te apetece viajar en transporte público, puedes contratar una excursión organizada. Visita cómodamente pueblos de montaña como Guadalest, enclaves costeros como Villajoyosa, Parques Naturales como El Hondo o itinerarios monumentales imprescindibles de la Costa Blanca.
Sólo tienes que reservar tu plaza y civitatis se encarga de todo lo demás. Si te interesa alguna actividad pincha en estos enlaces y podrás reservarla directamente. Hay numerosas actividades de aventura, muchas de ellas acuáticas, que pueden ser la baza perfecta para poner una dosis de adrenalina a tus vacaciones.
Tampoco faltan los free tours gratuitos en Alicante. Desde uno por el castillo de Santa Bárbara a otro por los puntos de interés de la ciudad y uno de misterios y leyendas para los amantes de lo desconocido. Puedes reservar tu plaza directamente en estos enlaces.