La clásica imagen paradisíaca del Mediterráneo alcanza aquí todo su esplendor: aguas turquesas, arena blanca y bosques verdes cayendo sobre el mar. La costa sur presume de calas casi vírgenes como Macarella, Macarelleta, Turqueta o Mitjana.
Las aguas son tan cristalinas que el fondo marino se ve con una visibilidad excelente, no en vano es un destino top del buceo. Lo mismo para el snorkel, aunque sea en las proximidades de las playas, podrás ver maravillas.
Siempre se habla de las playas más paradisíacas pero hay playas urbanas espectaculares y con todos los servicios para el bañista, para quien necesite o simplemente desee más comodidades. Baños, tumbonas, sombrillas y restauración a unos metros.
Cala Galdana o Punta Prima son dos buenos ejemplos de este tipo de arenales para toda la familia.