Las Azores son uno de los mejores lugares del mundo para ver ballenas y delfines por su situación geográfica. En medio del océano Atlántico, entre Norteamérica y Europa, es zona de migración de cetáceos. Los 24 tipos diferentes de cetáceos que se pueden ver en Azores, entre especies residentes y migratorias, representan un tercio del total de las especies existentes en el planeta.
Con la presencia de las majestuosas ballenas y de los simpáticos delfines, el azul del Atlántico se vuelve todavía más mágico alrededor de las nueve islas. Es posible observar cetáceos durante todo el año, aunque algunos se dejan ver más o menos según la época.
Los delfines pintados son más frecuentes en verano, la ballena azul se puede ver con facilidad a finales de invierno. Cachalotes, rorcuales norteños y ballenas barbadas son frecuentes en verano. Cada salida al mar tiene una duración de unas tres
horas. Es tan fácil verlos que algunos operadores se comprometen a devolver el dinero del billete si la salida es infructuosa. En Azores no lo hemos intentado pero si hemos visto ballenas en Panamá, y podemos decir que merece la pena.