Es el complejo termal más grande del país y uno de los más antiguos: fue utilizado por el primer rey de Portugal, D. Afonso Henriques. Ubicado en un palacio de 1920, a orillas del río Vouga, presenta una decoración neoclásica e interiores de lujo.
Sus aguas altamente mineralizadas, que alcanzan la superficie a 68.7ºC, son buscadas anualmente por unas 20,000 personas para combatir problemas respiratorios, reumáticos o musculares.
Los dos vestuarios también tienen valencias de fisioterapia y bienestar, donde se destacan los tratamientos dermocosméticos.