Varsovia es una gran opción para hacer una escapada navideña con mantos blancos y una cuidada iluminación que la convierte en una ciudad preciosa para vivir estas fechas señaladas, sin olvidar su gran historia y su patrimonio cultural y monumental.
Puedes pasear por los tradicionales mercadillos donde venden productos típicos y objetos artesanales, admirar árboles gigantes de Navidad, patinar sobre pistas de hielo o gozar de la gastronomía polaca, todo un descubrimiento.
Al frío se le hace frente tomando un vino caliente en los mercadillos, un rico chocolate en sus acogedoras cafeterías o saboreando la clásica sopa (zurek) polaca servida en pan.
La decoración nos encantó porque escapa de la ostentación del lucerío y el exceso de adornos que llegan a ser cargantes en otros lugares de Europa. Sencilla, discreta y elegante.
Varsovia es un gran destino para Navidad con el plus de ser una ciudad llena de historia, museos y monumentos históricos que llenarán de actividades y experiencias tu viaje.
Comenzamos una ruta navideña por Varsovia, la capital de Polonia, que te va a conquistar.
Fecha de los mercadillos (añadirlo al Especial Navidad)
El casco antiguo se recorre fácilmente a pie y para llegar al barrio de Praga hay que dar un paseo de 15 minutos. Como medio de transporte, el tranvía es la mejor manera de moverse por la ciudad.
El mayor handicap de esta época del año es afrontar las bajas temperaturas del exterior. Lo más importante para salir a pasear es proveerse de un buen abrigo, botas adecuadas y complementos como gorro, guantes, bufanda y orejeras.No queda otra que vestirse por capas ya que en estancias interiores hace mucho calor, ya sea un restaurante, un museo o un tranvía.
Conviene llevar en la mochila un chubasquero plegable cuando amenaza la lluvia porque no conviene mojarse con estas temperaturas. También se venden parches de calor que pueden ayudar a calentar determinadas zonas del cuerpo de manera puntual.
No te pierdas los 8 mejores free tours navideños en Europa para descubrir las curiosidades y costumbres con un guía profesional que te llevará por los mejores rincones.
Toda ciudad que se precie tiene que instalar un árbol de Navidad gigante en Navidad en la plaza más famosa y Varsovia no podía ser menos. En la plaza del Castillo Real luce un árbol de casi 40 metros de altura con lazos, guirnaldas y grandes bolas donde nos reflejamos una y otra vez para conseguir una bonita foto de recuerdo en familia.
La decoración en las ciudades no resulta cargante ni excesiva y suele tener como protagonistas los motivos clásicos de la Navidad, sin caer en estridencias modernas o chabacanas como empieza a ocurrir en muchos lugares que van perdiendo la esencia navideña más pura.
Por la noche el árbol cobra vida con una iluminación que va cambiando el patrón de colores pero sin perder la línea de sencillez. Las luces son más discretas y, a nuestro entender, más elegantes.
Incluso las lucecitas de los puestos son blancas o amarillas creando una uniformidad visual que sienta de maravilla a los sentidos, lejos del caos cromático y el exceso de adornos que afloran en los últimos años con la fiebre de lograr destacar entre las mejores ciudades decoradas en Navidad.
En la ciudad de Varsovia hay varios mercadillos navideños pero el más transitado es que empieza en la Puerta Barbacana y llega hasta la Plaza del Castillo Real siguiendo la línea de las murallas.
Las clásicas casetas de madera se disponen en filas engalanadas con guirnaldas y pequeñas luces que buscan atraer y despertar el espíritu navideño (y consumista) de locales y turistas. Todo agitado por la banda sonora de fondo de los villancicos polacos más populares.
Hay puestos de regalos, productos artesanales y objetos navideños, desde bolas decorativas para el árbol a figuras hechas a mano para los belenes o jerséis de lana con los más variopintos motivos relacionados con la Navidad. Dulces navideños, pan de jengibre o caramelos tampoco faltan.
También hay casetas de comida típica donde degustar empanadillas, salchichas, embutidos, tostas, patatas asadas… y otros bocados polacos acompañadas de vino caliente o de un buen chocolate. Te hablaremos de estos productos tradicionales de temporada más adelante.
CONSEJOS / TIPS
El mayor mercadillo de Navidad de Varsovia está en los alrededores de Hala Mirowska aunque como queda alejado del centro, nosotros lo dejamos para otra ocasión.
3. Mirador de la iglesia de Santa Ana
Para ver la magnitud de la plaza del Castillo decorada para la Navidad, lo mejor es subir a la torre de la iglesia de Santa Ana que nos brinda la mejor panorámica de Stare Miasto, el nombre que designa a la Ciudad Vieja de Varsovia.
El templo religioso fue construido en el siglo XV y esuna de las iglesias más antiguas de toda Varsovia. Como no tenía campanario, en el siglo XVI se levantó una torre independiente que hoy en día funciona como mirador y que se conoce en polaco como –Taras Widokowy-.
Por la noche la plaza se ilumina con tonos cálidos, sobre todo amarillos y naranjas, creando una atmósfera muy acogedora lejos de otras decoraciones excesivas que mezclan tantas luces y colores que acabas mareado. Sube poco antes del atardecer a la torre para disfrutar de la panorámica tanto de día como de noche porque ambas postales merecen la pena.
CONSEJOS / TIPS
Para subir al mirador de la iglesia de Santa Ana hay que comprar una entrada en la base de la torre que ronda 1,5 euros y que sólo se puede pagar en zlotys y en efectivo. Si no llevas encima hay un cajero automático justo enfrente de la entrada.
4. Mercadillo de la plaza del Mercado
La Plaza del Mercado, en polaco conocida como Rynek Starego Miasta, es otra de las paradas que no te puedes perder en Varsovia durante la Navidad porque aquí se instala un árbol enorme y uno de los mercadillos más concurridos de la capital polaca con puestos de objetos artesanales y de comida típica.
También hay un montón de restaurantes en el entorno de la plaza para os que prefieran comer a cubierto en lugar de hacerlo al aire libre en el mercadillo, todo depende del frío que haga.
La mejor vista de la Plaza del Mercado Viejo la obtendrás desde el mirador de la última planta del Museo de Varsovia, que también puedes aprovechar para visitar. En la actualidad este espacio es un punto de punto de encuentro de turistas y locales que se acercan para admirar sus bonitas fachadas de colores, la mayoría reconstruidas tras la Segunda Guerra Mundial.
Tienes la opción de reservar un free tour GRATIS por los lugares más icónicos acompañado de un guía en español que incluimos entre los 6 mejores tours gratuitos de Varsovia.
5. Patinaje en la pista de hielo
Con las temperaturas de Polonia en invierno no podía faltar una pista de hielo para que los amantes de los patines lo disfruten al máximo. En el casco histórico se instala en la Plaza del Mercado en torno ala estatua de la Sirenita, uno de los grandes iconos de la ciudad.
Por la tarde suele haber mucho ambiente al situarse en medio del mercadillo navideño por lo que, si no sois unos expertos del patinaje, es mejor evitar las horas punta porque los polacos controlan mucho y patinan a gran velocidad. Cada mañana la pista se limpia y pule para dejarla perfecta.
Pero si sabes patinar seguro que te apetece la idea de hacerlo en una de las plazas más bonitas de Varsovia, un lujo deslizarte sobre el hielo con estas maravillosas vistas para el recuerdo. De lo contrario, siempre puedes ver las peripecias que hacen los amateurs del patinaje sobre el hielo mientras tomas un café o un chocolate calentito del mercado navideño.
CONSEJOS / TIPS
Hay otra pista de patinaje en los alrededores del Palacio de la Cultura y de la Ciencia, una de las visitas imprescindibles de la ciudad. Ambas son de libre acceso y no hay que pagar entrada.
6. Prueba los -paczki- o los -prezel-
El frío de invierno invita a la comida calórica y de esto los polacos saben un rato. Uno de los bocados dulces más famosos son los «paczki», unos bollos dulces con rellenos variados que son bastante adictivos y que se parecen un poco a los donuts pero sin agujero.
Los tradicionales están rellenos de mermelada de ciruelas o de frambuesas, pero también los hay de pistacho, frutos del bosque, jengibre o incluso natillas además de otros sabores innovadores asociados a famosas galletas o reconocidos chocolates.
Los «paczki» están ricos pero pueden resultar empalagosos porque llevan una buena dosis de azúcar así que, si no eres muy goloso, con uno será más que suficiente. Y si eres más de salado, siempre puedes comprar un precel, otro bocado clásico de los países del norte y centro de Europa.
¿SABÍAS QUE…?
El Día de Paczki se celebra el jueves anterior al miércoles de ceniza, antes del comienzo de la Cuaresma. Hacer estos bollos era una vieja costumbre para utilizar toda la grasa, azúcar y fruta de la casa ya que estaba prohibido comer estos productos durante el período de la Cuaresma.
7. Beber un chocolate o vino caliente
Y qué mejor que acompañar un «paczek» con un chocolate caliente recién hecho cuando ves que las manos comienzan a pedir un alto en el camino para calentarse. Hay cafeterías antiguas famosas por sus cafés y chocolates como el local de Szpitalna, 8 con su decoración neoclásica.
Pero también muchas otras sin renombre pero igual de acogedoras y con menos turismo. Déjate llevar por tu instinto y entra en la que te pida el cuerpo, pero si prefieres ir a tiro fijo, uno de los más ricos que tomamos fue en la Cafetería Nap Caffe’ Vergnano cerca de la iglesia de Santa Ana.
La otra opción típica es beber un vino caliente en los puestos de los mercadillos navideños. Algo muy frecuente en Polonia pero también en otros países como Austria, Suiza, Bélgica, Países Bajos, Alemania o Luxemburgo.
Se suele beber en Adviento y consiste en una infusión de vino especiado con azúcar y/o cáscaras de cítricos al que algunos añaden algo de licor y que siempre se bebe caliente. En Polonia se vende en las casetas como –grzaniec wino-y que no te extrañe ver también cerveza caliente.
¿SABÍAS QUE…?
Fueron los romanos, en torno al año 20 d.C., los que inventaron el primer vino caliente y especiado. Hoy es una bebida muy típica de los países del norte y centro de Europa.
8. Luces de Navidad
Las luces de Navidad son otro baluarte de cualquier ciudad que se precie a ser mencionada como atractiva para viajar en estas fechas. La plaza del Castillo es uno de los puntos fuertes con el gran árbol de Navidad que actúa de epicentro de la decoración e iluminación navideña.
En esta zona también están las letras gigantes e iluminadas de Warsaw que tanto han proliferado en los últimos años y donde hacerse una foto en solitario será una tarea casi imposible.
La Plaza del Mercado está preciosa iluminada siguiendo la líneadiscreta y sencilla que impregna toda la ciudad, formando una especie de carpa de lucecitas sobre la pista de hielo y la sirena.
La calle Krakowskie Przedmieście, el primer tramo de la Ruta Real, es una de las avenidas más bonitas en cuanto a la iluminación con un sinfín de luces a modo de guirnaldas que la cruzan.
Los jardines del Palacio de Wilanów acogen espectáculos de luz y sonido que merecen la pena si el viajero tiene margen de tiempo, al igual que el Parque Multimedia de las Fuentes junto al río Vístula, que ofrece un show de luces en Navidad (de mayo a septiembre se realiza con agua).
El encendido oficial de las luces de Navidad tiene lugar durante la primera semana de diciembre. Permanecen encendidas hasta el mes de febrero, así lo comprobamos en nuestro primer viaje a Varsovia a finales de enero de 2017.
La iluminación de la ciudad de Vigo es una de las que más visitantes atrae en España en los últimos años de la que te hablamos en los 12 lugares y planes para vivir Galicia en Navidad.
Uno de los días de tu estancia reserva una noche para cenar en un mercadillo como hacen los polacos, ir de puesto en puesto picando los bocados más típicos de la gastronomía de temporada. Un mar de aromas inunda tu pituitaria nada más llegar, olor a canela, a queso a la parrilla o a vino caliente especiado–grzaniec wino–.
Los puestos que nunca fallan son los de pierogi (empanadillas tipo dumplings), las sopas (zurek) muchas veces servidas en pan, las salchichas sobre una tosta con cebolla caramelizada, los perritos clásicos o los zapiekanka, una especie de paninnis polacos que están de vicio con base de queso y champiñones y otros ingredientes a escoger. Prácticos y contundentes para comer de forma rápida.
El bocado dulce no puede faltar desde los típicos bollos paczki a los algodones de azúcar además de gofres de chocolate, caramelos tradicionales y otros bocados golosos que irás descubriendo.
10. Entrega tu carta a Papá Noel
Por último podrás entregar la carta a Papá Noel en el centro de Varsovia, así que no pierdas la oportunidad de conocerlo en estas tierras frías del norte, vecinas de su hogar en Laponia finlandesa, donde trabaja todo el año su equipo de ayudantes sin descanso.
Y así ponemos punto y final a este recorrido por los mejores rincones que visitar en Varsovia durante la Navidad, una ciudad engalanada con mucho gusto que todavía escapa a las masificaciones que viven otras capitales europeas durante esta época de vacaciones.
La capital polaca es un gran destino en cualquier época del año gracias a sus rutas históricas, culturales y monumentales. Una ciudad que nos invita a un conmovedor recorrido por la historia y que ha logrado resurgir como el ave fénix después de un tormentoso y doloroso pasado.
Ofrecemos un servicio de asesoría de viajes para aquellos que no disponen de tiempo ni ganas para organizarlo o para los que escapan de las agencias convencionales.
Te ayudamos a trazar una aventura personalizada adecuada a tus intereses y presupuesto para liberarte de lo que implica hacerlo sin demasiada experiencia, sin contar la inversión de tiempo que es imprescindible para organizar un viaje de principio a fin.
Esperamos que este artículo sirva de utilidad para planificar vuestra ruta por la capital de Polonia durante la época navideña en una ciudad llena de luces, de vida y de sorpresas.