Salina es la segunda isla más grande de las Eolias y la más rica en vegetación de todo el archipiélago siciliano, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Se conoce como la islas verde por sus paisajes salvajes y exuberantes en contraste con su costa turquesa.
Playas volcánicas, pueblos marineros, casitas pintorescas y otros rincones con encanto harán que te enamores de su belleza mediterránea.
Los griegos la apodaron como –Didyeme- que significa gemela, debido a los dos volcanes inactivos que se enfrentan en los extremos de la isla:la Fossa delle Felci y el Monte dei Porri separadospor el valle deValldichiesa y con rutas de senderismo fantásticas.
La ascensión al cráter de la Fossa delle Felci y un viaje en barcaalrededor de la isla son algunas actividades interesantes, mientras la llanura de Valdichiesa nos ofrece la visita al santuario de la Madonna de Terzito.
Los viñedos inundan gran parte de este fértil territorio regalando algunos de los mejores vinos de la región para maridar con la exquisita gastronomía siciliana que nunca defrauda.
Con suerte, al cruzar la isla se pueden observar a los halcones llegados desde Madagascar que anidan en las laderas del Pizzo del Corvo.
El principal puerto de embarque para llegar a Salina es el de Milazzo, la ciudad siciliana desde donde parten numerosos barcos hacia esta isla y a todo el archipiélago. Salina es una gran opción para establecer el campamento base por la distancia pareja al resto de las islas.
Para recorrerla recomendamos alquilar un motorino enSanta Marinapara ahorrar tiempo y poder llegar a rincones que serían inaccesibles con el autobús público. Si lo prefieres también puedes alquilar un coche como hicimos nosotros.
El nombre actual proviene de las minas de sal de Lingua, uno de los antiguos motores económicos. Y sin más espera, comenzamos nuestra ruta por una de las islas más bonitas de las Eolias y de toda Sicilia que estamos seguros de que será todo un descubrimiento.
1. Santa María di Salina
En la ladera de la Fossa delle Felci se asienta Santa Marina di Salina que alberga el puerto principal de la isla y que se presenta comoun buen punto de partida para explorar el resto del territorio.
La Via Risorgimento es la calle principal donde se concentran las tiendas de diseño y de artesanía, bares, restaurantes, cafeterías y pequeñas tiendas de alimentos. Las estrechas callejuelas crean rincones de lo más pintoresco con las bonitas casas típicas y sus balcones coloridos de flores.
Su iglesia, que data del siglo XVIII con campanarios gemelos, está dedicada a la patrona de la isla de nombre Santa Marina y merece la pena visitarla. Santa Marina di Salina es el núcleo más animado de la isla con la mayoría de los clubes y locales de vida nocturna.
Por último, no te pierdas un atardecer desde Santa María di Salina porque son espectaculares, en realidad desde casi cualquier punto de la costa tendrás unas puestas de sol increíbles.
2. Capo Faro
A sólo 5 minutos en coche desde Santa María di Salina podemos acercarnos al Capo Faro con su coqueto faro blanco con unas vistas excepcionales del Mar de Tirreno y de otras islas Eolias. Es una parada rápida que se puede hacer de camino a Malfa, uno de los imprescindibles de la isla.
3. Pueblo de Malfa
Malfa es otro pueblo que nos ofrece una panorámica espectacular de Salina que nos muestra el poderío volcánico de esta isla cautivadora. Se llega en 10 minutos por carretera desde el punto anterior de Capo Faro, es vecina a la comunidad de Leni y colinda con Santa Marina Salina.
El pueblo está situado en una colina en el interior, cerca de la costa, y su carretera principal serpentea hasta la zona urbanizada a través de calles estrechas donde se concentran magníficos hoteles. Cuenta con una pequeña playa de guijarros con antiguas casitas de pescadores en ruinas.
Su ubicación, en una terraza montañosa a 90 metros sobre el nivel del mar, brinda unas panorámicas fascinantes. Debido a su exposición al norte, es el lugar más fresco y verde de la isla.
Uno de los lugares más bonitos y animados es la Piazza Rosa dei Venti rodeada de pequeños hoteles, restaurantes y cafeterías con terrazas donde tomarse un descanso con una copa de vino malvasía.
Allí se puede ver la iglesia de la Inmaculada, del siglo XVIII que alberga varias pinturas y esculturas de gran belleza, vestida con unos tonos rosa y salmón pastel que resplandecen al atardecer. También se puede visitar la iglesia de San Lorenzo Mártir en la entrada del pueblo.
Otra visita interesante es el Museo de la Emigración Eólica porque nos permite comprender las proporciones y los efectos de la emigración hacia Sicilia o la superficie continental de Italia.
La economía de Malfa se basa en la agricultura de vides, pasas, aceitunas y alcaparras, de artesanías, la pesca (sobre todo el pez espada) y el turismo de la playa.
Dicen que el nombre Malfa deriva del árabe ‘marfa’ que significa ‘puerto’, pero según otra hipótesis proviene de la república marítima de Amalfi porque allá por el siglo XII un grupo de personas llegaron para instalarse en esta isla.
4. Spiaggia dello Scario
A un par de minutos del puerto de Malfa se encuentra una de las playas más famosas por su imponente geología que lleva por nombre Spiaggia dello Scario y que se asienta en el caboPunta Scario.
Es unacala escarpada y preciosa muy representativa de la geología volcánica de la isla, que nos regala esculturas de lava petrificada con formas singulares que nos hacen volar la imaginación.
Para llegar a este rincón hay que tomar un corto sendero desde el puerto y bajar por una larga escalinata. Está bastante concurrida en temporada alta por su proximidad al pueblo de Malfa.
La playa no es de arena si no de guijarros, bastante incómodos bajo la toalla, por lo que en el pequeño bar al pie de la ladera se alquilan camas de aire. La escena es de lo más pintoresca con todos los visitantes tomando el sol en colchonetas y con las sombrillas clavadas entre las piedras.
Las aguas son muy cristalinas y el paisaje que la rodea es fascinante, por lo que es perfecta para dar un paseo y un chapuzón y seguir con la ruta por la costa. Otra buena idea es acercarse al atardecer como hicimos nosotros con la suerte de presenciar uno de las puestas de sol más bonitas de la isla.
5. Pueblo de Pollara
Pollara es un apacible pueblo asentado en el cráter derrumbado de un antiguo volcán que puede presumir de ser uno de los lugares más evocadores de Salina. Fue inmortalizado en la película El cartero(y Pablo Neruda) de Michael Radford, premiada con un Óscar.
Aquí se encuentra la iglesia Patronal de Sant’Onofrio que alberga la estatua de la Inmaculada Concepción de Sant’Onofrio. También puedes darte un baño en la Spiaggia de Pollara, que veremos a continuación, uno de los lugares más pintorescos de la costa.
Los dos conos volcánicos que otorgan a la isla su forma tan característica se llaman Monte dei Porri y Monte Fossa delle Felci, el punto más alto de Salina. Ambos volcanes se han extinguido hace tiempo pero sus antiguas erupciones propiciaron el suelo más fértil de todo el archipiélago regado por multitud de manantiales.
Monte Fossa delle Felci toma su nombre del frondoso bosque de helechos que crece en el interior del cráter y su territorio forma parte una exuberante Reserva Natural que acoge varios itinerarios de altura para los amantes del senderismo.
La imagen superior deja a la vista el colapso sufrido por la isla en un corte geológico que nos recuerda al Valle del Golfo en El Hierro, uno de nuestros rincones favoritos de Canarias.
En la isla crecen más de 400 especies de plantas, algunas endémicas como la variedad de senecio y limonium, además del manto arbóreo de Salina donde abundan los pinos, y que contrasta con la escasa vegetación de las restantesislas Eolias.
En los campos verás flores violetas de las alcaparras y numerosos viñedos de los que se obtiene el vino Malvasia, son dos de los cultivos más extendidos cuyos productos se venden por toda la isla.
Las colinas de Malfa se inclinan hacia el mar y permiten admirar otras islas del archipiélago de las Eolias con una magia especial al atardecer cuando se tiñen de colores. Es un espectáculo ver como el sol se esconde detrás de los perfiles de las islas de Alicudi y Filicudi.
6. Arco de Punta Perciato
Punta Perciato es un espectacular arco natural de roca volcánica que nos vuelve a recordar la poderosa geología del archipiélago de las Eolias.Desde su mirador se admira también cómo el sol se sumerge en el mar junto a Filicudi y Alicudi teñido de un rojo intenso.
Otra interesante manera de explorar la costa de Pollara es alquilar un barco por horas con patrón, para admirar los paisajes impresionantes desde el mar con una perspectiva mucho más impactante.
Si optas por hacer una excursión en barco podrás alcanzar pequeñas calas a las que no se puede llegar a pie. Por suerte, hay otras más accesibles como la propia Spiaggia de Pollara a donde nos dirigimos a continuación, uno de losrincones más insólitosde todo el archipiélago de las Eolias.
Puedes reservar esta travesía en barco de 3 horas de duración que parte del puerto de Santa Marina Salina y pasa por el pueblo de Malfa, el arco de Punta Perciato o la laguna salada de Lingua. Incluye paradas para bañarse en la playa de Pollara y en la de Rinella.
7. Spiaggia di Pollara
Esta pequeña cala de grava, dominada por un imponente acantilado y bañada por aguas turquesas, es un lugar perfecto para practicar snorkel y asomarse a los extraordinarios fondos marinos.
Las garitas de pescadores se mimetizan a la perfección con la geología que rodea este enclave donde se puede ver una de las mejores puestas de sol de toda la isla y que ha sido escenario para películas y anuncios entre otras producciones audiovisuales.
El descenso hacia la playa indica que vamos camino de ver un lugar recóndito y especial, aunque suele estar muy concurrido en temporada alta porque su limitado espacio, sobre todo con la marea alta.
A nadie se le escapa el encanto de este paraje que fue llevado al cine con una adaptación de la novela Ardiente pacienciadel escritor chileno Antonio Skármeta, quien ya había llevado la obra al cine en 1983 con el mismo título. Si en la original se ambientaba en la localidad chilena de Isla Negra en los años 1970, aquí se traslada a Salina durante los años 50.
Es fácil revivir la cinta con estos parajes donde se puede visitar la famosa casa de Neruda.
Rodaje de El Cartero de Pablo Neruda
Aquí se rodaron escenas de la película El Cartero -de Pablo Neruda-(en italiano -Il Postino-) dirigida por el director inglés Michael Radford que esconde una historia trágica.
Su protagonista, el actor Massimo Troisi, padecía una enfermedad cardíaca y estaba esperando para operarse sin mucha urgencia. Decidió terminar la película antes de ir a quirófano pero 24 horas después del fin del rodaje, murió de un ataque al corazón.
Fue nominado póstumamente al Óscar al mejor actor. Un final triste que ha convertido en leyenda este film de culto italiano yha sido galardonada con más de 25 premios internacionales.
Un acantilado espectacular actúa como telón de fondo de la Spiaggia di Pollara dejando entrever, una vez más, su origen volcánico. Las formaciones que ha dejado la lava son singulares y poseen diferentes tonalidades creando unas postales preciosas que invitan a darse un último chapuzón antes de continuar con el roadtrip.
8. Valle de Valdichiesa
El santuario de la Madonna del Terzito se encuentra en Valdichiesa, el valle que separa los dos volcanes de la isla. Reconstruido en el siglo XVII hoy es un destino de peregrinaciones porque las creencias populares dicen que la Virgen se ha aparecido aquí en varias ocasiones. En su interior se puede admirar una pintura que representa a la Virgen como protectora de las islas Eolias.
Desde la iglesia se puede seguir un sendero que sube hasta la cima del volcán que nos brinda la posibilidad de acercarnos a la vistosa flora autóctona. Una vez que llegas a la cima puedes admirar un panorama que te deja sin aliento sobre todo el archipiélago de las Eolias.
Son famosos los balnearios costeros de este pueblo que pertenece al municipio de Leni, enmarcado por montañas y viñedos en unos parajes fabulosos marcados por una poderosa geología.
9. Pueblo de Rinella
Tras sobrepasar las casitas blancas de Leni descendemos por otra carretera vertiginosa hasta Rinella, un pueblo marinero rodeado de playas volcánicas y laderas exuberantes que esconden unas misteriosas cuevas que ha propiciado la geología tan imponente de la isla.
El camino de bajada serpentea hasta el puerto donde se abre una pequeña playa de arena negra en un decorado lleno de pintorescas casitas marineras de color rosa salmón, blanco perla y azul intenso como el mar de Tirreno.
Las plazas donde se reúnen los vecinos o la colorida iglesia asentada en las alturas, perfilan un paraje mediterráneo con toda la esencia que buscamos. Por si fuera poco, hasta aquí llegan muchos submarinistas en busca de sus afamados fondos llenos de vida y con unos paisajes submarinos excepcionales gracias al lecho volcánico.
La playa de Rinella, en el municipio de Leni, se encuentra al sur de la isla de Salina y es una de las pocas playas de arena de la isla. En la entrada hay pequeños guijarros pero van desapareciendo conforme te acercas a la orilla. Es accesible desde el centro del pueblo y es perfecta para snorkel.
Desde Rinella parten diariamente las barcas que recorren el litoral en busca de sardinas, anchoas y peces espada. Algunos pescadores también alquilan sus barcas para realizar travesías por la costa de Salina, una estupenda idea para admirar los paisajes desde el mar o para llegar a calas y rincones sólo accesibles navegando.
Y en Italia sería un pecado no hacer una recomendación gastronómica, así que os vamos a llevar a un sitio donde hemos comido los mejores canolli de todo el viaje, que se dice pronto en tierras de Sicilia.
Recomendación gastronómica
Nuestra recomendación especial pasa por sentarse a comer en uno de los mejores restaurantes del viaje que se llamaPa.Pe.Ro Al Glicinea unos metros del puerto de Rinella.
Es perfecto para los amantes de la comida casera donde puedes degustar platos típicos y postres exquisitos. En general estaba todo muy rico y con una terraza con vistas impresionante.
10. Lingua
A sólo 3 km de Santa Marina di Salina, accesible a pie o en autobús por la carretera principal, Lingua es un romántico pueblo de pescadores con hoteles, trattorias y una pequeña playa.
El paseo marítimo, a través de Manzoni, conduce a una localidad que se viste con casitas pintadas de blanco y azul cielo representado a la perfección la arquitectura típica de las islas Eolias.
Desde Lingua se puede tomar un camino que sube al Monte Fossa delle Felci que se abre entre cultivos de trigo y cebada, también olivares que dan paso a los viñedos durante el ascenso.
La isla de Salina toma su nombre del pequeño lago de agua salada que se encuentra cerca del faro de esta localidad de Lingua, ubicada al sur de Santa María di Salina.
11. Cuevas sarracenas de Portella
Una visita obligada del itinerario histórico-artístico de Salina son las cuevas sarracenas: una serie de túneles de comunicación excavados en la toba y utilizados como refugio durante la invasión sarracena del año 650. Se puede llegar a ellas haciendo una ruta de senderismo bastante larga y exigente que parte de la localidad de Santa Marina y discurre entre olivos y frutales.
Este yacimiento arqueológico de Portella, entre Santa Marina y Capo Faro, nos permite ver los restos de un poblado de la Edad de Bronce. Y hablando de historia, también os recomendamos pasar por las termas romanas del paseo marítimo de Santa Marina, en la actualidad bastante erosionadas por el azote del mar y de los fuertes vientos.
Curiosidades de Salina
A finales del siglo XIX contaba con unos 8.000 habitantes pero muchos emigraron a Estados Unidos, Argentina y Australia, también a otros puntos de Italia, y en la actualidad ronda los 2300 habitantes. En 1923 fue la primera de las islas Eolias en contar con central eléctrica.
Formada por seis antiguos volcanes, Salina posee los relieves más elevados del archipiélago. La más alta de las dos montañas, la Fossa delle Felci, alberga un bonito bosque de helechos.
En 1981 se creó la Reserva Natural de Salina que comprende las dos montañas gemelas del -Monte Fossa delle Felci- y el -Monte dei Porri- con más de 400 especies vegetales y una rica avifauna.
La herencia gastronómica de Salina se compone de excelentes pescados y las famosas alcaparras. Por la calidad de los productos de la isla, Salina es un presidium de Slow Food.
La Malvasía se elabora con uvas recolectadas en la primera quincena de septiembre y los racimos se exponen en terrazas para que el secado al sol ayude a alcanzar el contenido adecuado de azúcar necesario para elaborar el vino.
Cómo moverse en Salina
Para recorrer la isla de Salina recomendamos alquilar un coche o un motorino al llegar, en la localidad de Santa Marina donde está el puerto principal. De este modo tendrás libertad de movimientos, ahorrarás tiempo y podrás llegar a rincones donde el autobús queda a desmano.
Si no quieres conducir también puedes moverte con transporte público para llegar a las principales localidades de Santa Marina, Leni y Malfa, pero las líneas no llegan a los rincones más bonitos de la isla. En todo caso, podrás ir a muchos de ellos andando desde los pueblos o también contratando un servicio de conductor privado o taxista.
También hay excursiones de un día que hacen parada en la isla de Salina, además de incluir otras islas Eolias. No habrá tiempo para explorar a fondo el terreno pero si para disfrutar de su playa más famosa y del centro histórico.
Las excursiones parten desde Milazzo, Taormina, Messina, Palermo o Cefalú.
Si viajas por libre puedes llegar a Salina comprando un billete de ferry en los puertos situados al norte de Sicilia como Milazzo, Cefalú o Palermo. Nosotros salimos desde Milazzo y tardamos aproximadamente una hora.
Salina es un punto ideal para establecer el campamento base en nuestra visita a las Eolias, ya que cubre distancias parejas con respecto al resto de islas.
También hay excursiones de un día que hacen parada en la isla de Salina, además de incluir otras islas Eolias. No habrá tiempo para explorar a fondo el terreno pero si para disfrutar de su playa más famosa y del centro histórico.
Las excursiones parten desde Taormina, Messina, Milazzo, Palermo o Tropea.
Alojamiento en Salina
La mayor parte de los alojamientos se concentran en Santa Marina, la población principal a donde llegan los ferrys, y también hay opciones diversas en Rinella y algunas en Malfa. Hay pequeños hoteles y también apartamentos y algunas casas para alquilar. Optamos por quedarnos en Santa Marina donde haymás oferta de restauracióny está más cerca para abordar el puerto con facilidad.
Nos alojamos en Mamma Santina, un pequeño hotel con habitaciones y baño amplios, sumando un balcón y una hamaca directamente enfilados a la panorámica del archipiélago. Despertarse con esas vistas fue un lujo absoluto.
Tiene una piscina estupenda, un buen restaurante y un desayuno completo.Nuestra recomendación es que elijas un alojamiento subiendo la ladera (como este) para tener unas vistas espectaculares del amanecer y el atardecer sobre otras islas próximas como Panarea.
Esperamos que este artículo sobre Salina te haya descubierto la isla más verde del archipiélago de las islas Eolias de Sicilia, una joya de Italia en el corazón del Mediterráneo.