El consumo desaforado y descontrolado de las fiestas navideñas, hasta vicioso diría yo, va en contra de cualquier criterio ecológico y sostenible. Si quieres colaborar con un consumo responsable dentro de esta vorágine de sociedad capitalista intenta hacer las compras con cabeza. Pensar los regalos y adecuarlos al presupuesto, en lugar de terminar comprando a lo loco y a última hora, porque gastarás más de lo previsto. Y lo sabes. Con más tiempo, será menos complicado apostar por pequeñas tiendas, creadores originales o artesanos de tu entorno. Si vas a última hora, caerás en las garras de las grandes superficies.
Una manera de que el gasto superfluo que todos hacemos en Navidad, se convierta en un manifiesto de sostenibilidad con solo meditar un poco, en vez de andar cual pollo sin cabeza. Tus compras pueden salvar la campaña a pequeños proyectos y empresas que hacen las cosas con mimo y cariño dentro de alternativas con más conciencia. Trabajo digno y colaboraciones habituales con iniciativas solidarias y ecológicas.
No sólo es importante que el producto esté fabricado con materiales naturales y dentro de un proceso de manufacturado que sea sostenible, si no que es relevante conocer la trazabilidad para saber si se trata de un producto que se basa en las mínimas normas del comercio justo. Además de todo esto, hay objetos que pueden ayudar a toda la comunidad incluso al planeta porque implican una reducción del impacto ambiental o del consumo de ciertos recursos naturales.
Un ejemplo es la ducha ecológica, con la que podrás ahorrar más de un 60% de agua. Y encima es beneficiosa para la piel y para el bienestar del cuerpo, además de colaborar con la sostenibilidad y el ahorro energético global. Uno de los mejores regalos de esta lista de objetos con efecto positivo en nuestro entorno. Os damos más ideas para luchar contra un capitalismo desmedido y sinsentido.
Luz verde a la sostenibilidad en modo Navidad.