Sídney
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SÍDNEY, NUESTRA PUERTA A OCEANÍA

  • 9. Las cien playas que rodean Sídney
  • 10. Nuestro giro de timón debido al COVID-19
  • 3. Visado, moneda e idioma para Australia

EN PROCESO

Esta guía de viaje no está completa, la terminaremos en breve

Sídney. Australia.

1. SÍDNEY, LA CAPITAL DEL BANQUILLO DE AUSTRALIA

Y llegó el momento de alcanzar las Antípodas, en un viaje que se truncaría por la pandemia del coronavirus y que nos obligaría a girar el timón de la aventura. Sin saberlo, pusimos pies en Australia por primera vez para visitar Sídney durante unos días, antes de partir hacia el Pacífico Sur. Trayecto que se quedaría sin consumar, pero desde donde sabemos que empezaremos nuestra siguiente aventura. 

Desde Europa nos separan poco menos de 20.000 kms, que se dice pronto. Tan lejos queda, que quizás por eso no sepamos mucho acerca del continente y del país. Koalas, canguros y mucha diversidad, además de ser los primeros en festejar el Año Nuevo. Esas son las pinceladas que conocemos de estas latitudes. Pasar unos días en la ciudad no te permite más que tomar un leve pulso al ritmo y a la idiosincrasia de la sociedad australiana que habita en una de las ciudades más cosmopolitas del continente.

Aunque no es la capital, Sídney es una de las ciudades populares con un skyline que se ha convertido en todo un símbolo con su Ópera House como estandarte. Su característico techo de velas superpuestas se ha convertido en el icono de la ciudad. Una edificación inaugurada en 1973, que es Patrimonio Mundial de la Humanidad desde 2007. 

Con casi 5 millones de habitantes es el núcleo más poblado de Australia, además de la capital del estado de New South WalesLa ciudad es espectacular con un azul intenso, enmarcado entre el puente metálico y las velas blancas de la Ópera, por sus playas oceánicas y por sus barrios animados. 

Sídney carga con una historia oscura tras haber sido cárcel de ultramar en el siglo XVIII. Creyendo que la tierra descubierta no tenía valor, la Corona británica decidió deportar allí a los reos que se agolpaban en las cárceles inglesas. Algunas abren sus puertas a visitantes para recordar aquellos duros y viejos tiempos. 

Sídney. Australia.

UN POCO DE HISTORIA

  • Sídney carga con una historia oscura tras haber sido cárcel de ultramar en el siglo XVIII.
  • La Corona británica decidió deportar allí a los reos que se agolpaban en las cárceles inglesas.
  • Algunas abren sus puertas a visitantes para recordar aquellos duros y viejos tiempos.
Sídney. Australia.

El puente de la Bahía de Sídney es otro de los emblemas de la ciudad, inaugurado en el año 1932, Cuenta con un carril para peatones, otro para bicicletas, dos vías de tren y ocho carriles para coches. Se puede subir hasta el punto más alto del arco, a 135 metros, y obtener unas panorámicas muy chulas de la metrópoli. 

Downtown. Los edificios del distrito financiero emergen tras la torre del consistorio de la ciudad. A la izquierda, el Queen Victoria Building.

Domain Park. Esta extensa zona pertenece al Real Jardín Botánico. Está abierta las 24 horas todos los días. Acoge los grandes eventos y festivales de música. 

Las playas no faltan en esta cosmopolita ciudad. Una de las más próximas es Bondi Beach, a tan sólo 10 kilómetros del centro. Ideal para racticar el surf y otras actividades acuáticas. Acoge también un festival internacional de cine en diciembre y otro de cometas en septiembre. 

Bondi Baths. En el extremo sur de Bondi Beach se hallan estas piscinas cuya principal curiosidad es que reciben el agua directamente del oleaje del mar. Camino junto a las rocas. Un tramo de la senda de 6 kilómetros que llega hasta la playa de Coogee, donde las formas onduladas crean efectos casi fantásticos que acompañan al caminante.

Litoral de Nueva Gales del sur. A menos de 200 kilómetros al sur de Sídney, aparece la bahía de Jarvis que alberga dos parques nacionales y playas vírgenes como Orion Beach. Una zona que se califica de estupenda lugar para avistar ballenas en sus migraciones. 

Las playas de Sídney proporcionan un cambio de escenario brutal. Lo más extraordinario de la ciudad es su proximidad a paisajes costeros que cortan la respiración. Entre Palm Beach, en el norte, y Cronulla, en el extremo sur, se extienden más de 70 kilómetros de calas y playas surferas de arena blanca. Una línea de tren y autobús llega hasta la famosa playa de Bondi, un largo arenal que reúne una variada oferta de actividades acuáticas, pero también de compras y eventos, como la celebración de fin de año. Es toda una aventura caminar los seis kilómetros que la separan de la playa de Coogee, una senda que discurre junto a acantilados y por la que cada día transitan cientos de personas, desde deportistas a paseantes.
Sídney. Australia.

Resulta interesante empezar a conocer la mayor ciudad de Australia desde su corazón verde, Hyde Park, a la hora «aussie» de comer, sobre las doce del mediodía. Los oficinistas aprovechan al máximo sus 30 minutos de pausa haciendo deporte en grupo o comiendo un sándwich sentados en un banco, cerca de la Catedral católica de Saint Mary o del Memorial Anzac, que recuerda los 61.500 australianos fallecidos en la Primera Guerra Mundial.

En el vecino parque del Domain se entabla relación con otro tipo de habitantes: arañas, lagartos, serpientes y mosquitos gigantes. Que nadie espere encontrar canguros, pero se ven otros marsupiales, los possums, y una amplia variedad de pájaros, desde las ruidosas cacatúas y gaviotas a las negras magpies (urracas) y los ibis de largos picos. Al otro lado del Domain se halla la Art Gallery of NSW (New South Wales), que alberga una importante colección de arte australiano, aborigen, de los pueblos del estrecho de Torres y de las islas del Pacífico.

La parte trasera del edificio ofrece unas singulares vistas sobre el puerto de Wooloomooloo, uno de los muchos ejemplos de gentrificación de la ciudad. Su lujoso Finger Wharf, un larguísimo muelle de madera con hotel, viviendas y restaurantes frente a enormes yates, sirvió en su día para el despliegue de tropas y para la llegada de inmigrantes. Sobre Wooloomooloo está situado el sofisticado barrio de Potts Point, paradójicamente la antesala de Kings Cross, el «distrito rojo» de Australia y el barrio más canalla del país.

El paseo sigue rumbo al mar a través del Jardín Botánico, el más antiguo de la isla, que en 2016 celebró su bicentenario. Mirando al puerto, se alza Mrs Macquarie’s Chair, una silla tallada en la roca donde a inicios del siglo XIX se sentaba la esposa del fundador del Jardín Botánico y gobernador de Nueva Gales del Sur. El emplazamiento debe su importancia histórica a otro hecho, la llegada el 26 de enero de 1788 de la Primera Flota: once barcos ingleses llenos de convictos y con el capitán Arthur Phillip, de quien se dice que fundó Australia. 

Otro mirador sensacional de la bahía de Sídney es Bennelong Point. El nombre recuerda al hombre aborigen que hizo de interlocutor entre los eora y los británicos durante los primeros años de la colonia, y a quien construyeron una cabaña justo en ese lugar. Ahí, en 1973, se inauguró la Sydney Opera House, la imagen más reconocible de la ciudad, construida por el danés Jørn Utzon.

Al pie de las escalinatas de la Ópera se sitúa el barrio portuario de Circular Quay. El primer tramo de este semicírculo está repleto de comercios, restaurantes y bares, desde los que se disfruta de vistas del Harbour Bridge, el puente que enlaza con los barrios del norte. El segundo tramo de Circular Quay tiene una estación de tren y, debajo, el embarcadero en el que se pueden tomar taxis de agua y los ferries hacia las poblaciones del Greater Sydney. El tercer tramo está ocupado por el Museum of Contemporary Art, y detrás, el barrio de The Rocks. Este es el lugar en el que se asentaron los primeros colonos, en tiendas que luego se transformarían en cabañas de madera y finalmente en construcciones de piedra, un centenar de las cuales siguen ahí. Se trata de antiguos almacenes y edificios oficiales que acogen tiendecitas de recuerdos para turistas.

Circular Quay cuenta con otro museo interesante, el de la Justicia y la Policía, con una genial exploración de narrativas sobre criminalidad dentro de la comisaría del siglo XIX del distrito; los pubs de la zona aún guardan en el ambiente algo de aquella época. Al otro lado de The Rocks, el Dawes Point es un área también emplazada encima del agua, con un muelle de madera y grandes almacenes transformados para acoger instituciones culturales como la Sydney Theatre Company, el Bangarra Dance Theatre, la Sydney Dance Company, el Roslyn Packer Theatre y, al final del muelle, The Theatre Bar.

Hasta 2013 en Circular Quay se podía tomar un pequeño tranvía elevado que trazaba un recorrido alrededor del centro urbano. Pero habrá que esperar hasta 2018 para que finalicen las obras del nuevo tranvía o light rail. Mientras tanto se puede ir en autobús –es costumbre saludar siempre al conductor al subir y antes de bajar– o se puede caminar unos 30 minutos a lo largo de George Street. Esta última opción permite admirar edificios históricos como las galerías del Queen Victoria Building (QVB), y llegar hasta Chinatown, en Haymarket, descubrir sabores asiáticos en restaurantes malasios, tailandeses, japoneses o chinos, e incluso visitar el mercado en el que se abastecen, el siempre ajetreado Paddy’s Market.

n medio del estrés urbano, sorprende la paz del Chinese Garden of Friendship. Escondido entre cuatro paredes acoge los principios taoístas del yin-yang, con tierra, fuego, metal y madera creando paisajes armónicos gracias a cascadas, lagos, sauces llorones y plantas exóticas. Hay que tener en cuenta que aproximadamente un 4% de la población australiana asegura tener ascendencia china. Un agradable paseo nos conduce hasta Glebe, un área residencial de casitas con patio trasero que atrae a familias jóvenes y a artistas, que hospeda cafeterías orgánicas, tiendas vintage y mercadillos, y que recientemente se ha enfrentado a una gran cadena de comida basura para que no «ensuciara» su espacio.

Manila. Filipinas.

2. DE MANILA A SÍDNEY, CHOQUE DE CULTURAS

Sídney. Australia.
Sídney. Australia.

 

Documentos. Pasaporte y un visado tramitado antes de viajar a Australia: www.border.gov.au. 

Llegar. El trayecto en avión desde España dura, al menos, 24 horas realizando una sola escala.

Moverse. Sídney cuenta con una buena red de autobuses urbanos y una línea de tranvía (light rail) que bordea la franja litoral. La bicicleta resulta práctica para moverse por el centro. Tren, barcos y autobuses de largo recorrido alcanzan poblaciones del Greater Sydney, las playas y las Blue Mountains.

Ferries. Zarpan de Circular Quay hacia las poblaciones del puerto (Pyrmont, Balmain, Neutral Bay, Kirribilli, North Sydney y Mosman Bay), las bahías del este (Darling Point, Double Bay, Rose Bay, Watsons Bay), la localidad de Manly y el río Parramatta.

Sídney. Australia.

3. EL PUENTE DE LA BAHÍA DE SÍDNEY DESDE 1932

El Sydney Harbour Bridge atraviesa desde el 19 de marzo de 1932 la bahía de Sídney, conectando el centro financiero de la ciudad con la costa norte, una área básicamente residencial y comercial.

Teniendo en cuenta los accesos, la longitud total del puente es de 1149 m. El espacio bajo el puente para navegación tiene una altura de 49 m; sobre el agua el puente tiene una longitud de 503 m, lo que lo hace el quinto más largo en su tipo. El arco se eleva hasta una altura de 134 m y hasta allí se puede llegar para contemplar vistas espectaculares de la bahía y la ciudad.

El puente soporta ocho carriles de automóviles, dos líneas de ferrocarril y una ciclovía. La anchura del puente de la bahía de Sídney es de unos 20 metros, aproximadamente. El puente tiene ocho carriles para la circulación de vehículos automóviles, dos vías de ferrocarril, y una vía para bicicletas y peatones. La altura del puente es de unos 134 metros.

La longitud del puente es de unos 1.150 metros y para permitir que los barcos pudiesen circular por debajo del puente sin interrupciones, su tablero se construyó a una altura de 49 metros sobre el nivel del agua.

El material más empleado en la construcción de esta estructura es el acero, fueron utilizadas unas 53.000 toneladas de este material. A cada uno de los lados de este arco existen dos pilas de casi 90 metros de alto, fabricadas en hormigón y recubiertas con granito. En su construcción participaron más de 1.000 personas.

La construcción de este puente de arco comenzó en julio del año 1923, estando listo para entrar en servicio en el 1932. Esta estructura también es conocida con el nombre de Sydney Harbour Bridge.

 

Sídney. Australia.

4. THE ROCKS, EL BARRIO ANTIGUO (Y FAVORITO) DE SÍDNEY

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5. LOS EDIFICIOS EMBLEMÁTICOS DEL CENTRO DE SÍDNEY

Sídney. Australia.

6. EL DOWNTOWN FINANCIERO DE SÍDNEY

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7. LAS VELAS DE LA ÓPERA NAVEGAN EL SKYLINE DE SÍDNEY

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Sídney. Australia.

8. LAS PLAYAS DE SÍDNEY Y OTROS LUGARES DE INTERÉS

Sídney. Australia.
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