Monte Pindo: un olimpo celta legendario
1. MONTE PINDO: EL LEGENDARIO MAZICO GRANÍTICO
A fervenza do Ézaro se sitúa en medio de un paraje natural que esconde muchos secretos entre las piedras que conforman el macizo granítico de O Monte Pindo con más de 600 metros de altitud. La cascada del río Xallas se une al océano Atlántico formado una bahía preciosa con varias playas que salpican la comarca. Pero tierra adentro, se erigen los impresionantes picos del espacio natural Carnota-Monte Pindo. Mar y montaña servido en la misma bandeja, algo bastante común en Galicia.
Su particular geomorfología, salpicada de relieves en bolos de granito, inspiró gran cantidad de historias y leyendas de deidades o monstruos y gigantes míticos asentados sobre más de 4.600 hectáreas de este Olimpo Celta. Piedras sobre las que dejar volar tu imaginación, como hacían en el mundo antiguo. En la zona se han encontrado restos arqueológicos como petroglifos, útiles de bronce y restos de una supuesta antigua ermita. Si os interesa saber más sobre las culturas antiguas que pisaron estas tierras y sus vestigios conservados hasta hoy, os recomendamos entrar en la sección de GALICIA ANCESTRAL.
El Monte Pindo es un destino muy demandado para los geólogos y con un enorme atractivo turístico para los amantes del paisaje, el senderismo y el disfrute. La geología es uno de los tesoros de nuestra comunidad, que se traduce mediante la orografía en paisajes espectaculares. Hasta hace poco, sólo los amantes de esta ciencia realizaban itinerarios para conocer los múltiples puntos con valor geológico en Galicia, algunos únicos en Europa.
Gracias a una divulgación más orientada a la población general, cada vez se impulsan más este tipo de actividades descubriendo otra perspectiva muy interesante de las panorámicas que nos dejan cautivados a simple vista. Podéis leer más en nuestra sección de RUTAS POR GALICIA.
MONTE PINDO – OLIMPO CELTA
POR OTERO PEDRAYO
“El seno determinado por el Fisterra y la punta de Nuestra Señora de los Remedios puede denominarse golfo o bahía de Fisterra, o quizá mejor del Pindo, por la grave y bella testa de este monte simbólico que desde el centro de la curva y en imponente caída sobre la costa, preside y centra sus horizontes. Se le ha llamado uno de los Olimpos Célticos y forma uno de los parajes de mayor emoción de Galicia.”
2. HISTORIAS Y LEYENDAS EN LAS CIMAS DEL MONTE PINDO
La disposición de las piedras con siluetas y formas que inspiran a la imaginación más pasiva, se transformaron antaño en espíritus de los druidas y otros héroes celtas. Mitos que desafían a la eternidad en forma de piedras, dispuestas a lo largo de este legendario monte. De ahí proviene el Olimpo Celta. Estos antepasados sólo pudieron explicar la singular geomorfología del macizo granítico de O Pindo, a través de historias de deidades.
Cuentos de tesoros increíbles en medio de rutas secretas. Encantos de mouras y conjuros de meigas. Ceremonias, sacrificios y ritos de fecundidad. Sin olvidar serpientes de siete cabezas reptando entre las bolas de granito imponentes y amenazantes. El agua y el cielo, también serán protagonistas en un punto del mapa donde casi puede tocar las estrellas. Historias que forman parte del monte sagrado de los celtas.
FÁBULAS DE MEIGAS E MOURAS
La piedra ‘duidra’ podrá responderte a tus preguntas más inquietantes a través del poder mental. O eso cuenta la leyenda. Puedes probar también a recoger el agua de las siete pías de A Moa, el punto más alto del monte, después de una tormenta. Supuestamente está bendecida por los dioses, pero para que funcione la magia, debemos recoger el agua con las manos y de rodillas, mirando al oeste.
En este mismo monte se encuentra una cueva de acceso complicado llamada ‘Cova da Casa da Xoana’ o ‘reverte demos’. Enclave ideal para los aquelarres durante la noche de San Juan, desde donde las meigas partían en sus escobas tras realizar los conjuros. No es mal punto para echar a volar, y con unas vistas de lujo. Quizás gracias a esas historias mitológicas, esta cueva se convirtió en lugar para buscar remedios para ‘o mal de ollo’ y otros malos espíritus que vagaban por el monte.
Las mouras no pueden faltar en la Galicia Máxica, así que no dudéis en que existen numerosas fábulas alrededor de estas mujeres que habitarían las rocas con la intención de engatusar y persuadir con sus artimañas seductoras. Es posible que alguno de estos enamoramientos encantados, fuese el culpable de ciertos matrimonios de la zona que buscaban descendencia con tesón pero sin éxito.
El padre Martín Sarmiento situaba en el Pindo todo tipo de historias sobre matrimonios estériles que allí acudían a este lugar para buscar el remedio para procrear en seres mágicos o dioses poderosos. Leyendas que relatan también el sorpredente y milagroso crecimiento de las hierbas del Pindo de la noche a la mañana.
LEYENDAS DE BANDOLEROS ENTRE LA NIEBLA
En las cimas de O Monte Pindo, la niebla aparece como el actor secundario pero imprescindible, para hacer posible este guión de leyendas y mitos. Un misterio que envuelve a las cumbres graníticas de gigantes y dioses, gracias a una encantadora bruma. Una aliada para los bandoleros y saqueadores que esperaban escondidos al acecho. Un viajero acaudalado sería su mejor présa para hacerse con un preciado botín.
En los textos antiguos documentados, se describen unas escoltas armadas que, supuestamente, protegerían a los nobles para cruzar el Monte Pindo hasta el pueblo de Muros. Una tarea que llevaban a cabo unas cuantas familias de la zona, exentas de impuestos, a cambio de acompañarlos a pie y cargados de metralla. Quién sabe, quizás temían a las meigas y a las mouras, y no a los asaltantes. Sea como fuere, eso es lo que se recoge de forma documental y probada.
El Monte Pindo posee varios castillos, castros y ermitas, además de cuevas mágicas. Ya os hemos hablado de ‘A Pedra da Moa’ que señala en la cumbre a los rituales celtas, de la mano de sus bañeras naturales bendecidas. Un poco más abajo está la cueva de A Ermida, donde estaba una vieja iglesia de la que se ha descubierto una antigua inscripción que podría estar relacionada con una capilla del siglo XII.
El obispo de Iria Flavia ordenó levantar el Castillo de San Xurxo en los límites del monte como protección ante los ataques de enemigos. Corría el siglo X. En él habitaron varias familias nobles hasta que fue destruido durante la Revuelta Irmandiña. En este entorno se encontraban otros dos castillos, Canedo y Penafiel, pero no se conservan restos materiales determinantes de ellos ni documentación analizable, más que una inscripción en latín en una piedra aislada.
El padre Sarmiento registra la visita más antigua y conocida de un estudioso al Monte Pindo. Aunque su predecesor José Isla de la Torre, dicen los expertos que ha dejado ‘Compendio do Estado de Altamira’ unha descrición del pueblo de Corcubión y del Olimpo Celta con algunos de los datos que hemos mencionado en este artículo.
3. ‘CATEGORÍAS’ NATURALES MONTE PINDO
Está catalogado como Lugar de Importancia Comunitaria y que se encuentra incluido en la Red Natura 2000.
Se encuentra en los municipios de Carnota, Mazaricos, Cee y Dumbría, enmarcado en las rías de Corcubión, Muros y Noia.
En 2010 nace un movimiento social para exigir a la Administración autonómica su declaración como Parque Natural.
El macizo de O Monte Pindo no sólo inunda el telón de fondo de las poblaciones cercanas de los municipios limítrofes, si no que llega hasta el suelo, donde se extiende como una enredadera. La cascada del Ézaro lo deja patente hasta su misma desembocadura en el mar, adornando su paseo desde el salto hasta el océano con paisajes majestuosos y muy originales.
El color oscuro de las piedras graníticas contrasta con la vegetación que se atreve a emerger sobre un terreno tan duro y complicado. Negro y Verde se unen en una bonita sinfonía paisajística. Ese granito llega hasta las propias playas de la comarca, algunas de las más extraordinarias de toda Galicia, como Boca do Río en Carnota. En medio de lagunas, arena fina y aguas azules, aparecen rocas variopintas de granito que dan lugar a algunos de los paisajes más bonitos que podéis ver en mi tierra.
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4. ITINERARIOS POR EL MACIZO GRANÍTICO DEL MONTE PINDO
Y con tanta naturaleza exquisita, no faltan innumerables rutas para conocerla más a fondo y conseguir las mejores panorámicas que alcanzan hasta Fisterra. Montaña, playa y pueblos encantadores, a vista de pájaro para los que decidan a hacer algo de ejercicio. Ya sabéis que todo esfuerzo tiene su recompensa, y en lugares como este, el premio está asegurado siempre que las nubes lo permitan.
En verano la probabilidad de cielo despejado será más alta, en comparación con el invierno. Pero en Galicia la matemática de las estaciones no existe, y puede tocarte un día penoso en julio y con cielos azules en diciembre. En todo caso, para realizar cualquier itinerario por la montaña, conviene preparar la ruta y consultar el clima por horas antes de salir.
No te fíes de un amanecer ideal porque la conjunción montaña/costa, y todavía más en el Atlántico, resulta completamente imprevisible. No vale con observar como si fueses a la playa, que lo peor que puede pasarte es que tengas que recoger y marcharte. Aquí como se cierre de mal tiempo en la cima, descender puede ser una tortura.
5. RUTA DA MOA CIRCULAR (MONTE PINDO)
DATOS BÁSICOS DE LA RUTA
- ‘O Fieiro’ es el punto de acceso más fácil a la cima del Monte Pindo, para realizar esta ruta da Moa.
- Iniciamos la ruta en el área recreativa de O Fieiro, que pertenece al municipio de Mazaricos. A Coruña.
- Hasta allí se llega atravesando el embalse de Santa Uxía en el río Xallas.
- Coordenadas GPS del punto de inicio ‘O Fieiro’: 42.9090667,-9.1008206,111m
- Tres paradas principales: A Moa, a Cova da Casa da Xoana y el Monte Penafiel.
- Distancia total de la ruta circular: 9 kilómetros.
RUTA DA MOA CIRCULAR AL MONTE PINDO
Es uno de los itinerarios más conocidos y agradecidos por el Monte Pindo. Una ruta circular de 9 Km que pasa por varios puntos destacados como miradores naturales: A Moa, a Cova da Casa Xoana y el Monte Penafiel. Un trayecto donde los árboles van decreciendo para dejar espacio a los arbustos y a los toxos, esa planta tan característica de las tierras gallegas, de la que podéis leer más en GALICIA ENXEBRE. El verde se va transformando en amarillo y la frondosidad en simplicidad.
El granito gana presencia con el ascenso, comenzando a vislumbrar esas incontables rocas que parecen esculpidas con un cincel por los dioses. Formas reconocibles y otras que dejan paso a la creatividad mental, y que son la base de esas leyendas que inundan la cultura popular. Y todo tan cerca del mar, ese elemento enfurecido que creaba el caldo de cultivo inmejorable para dejar volar la imaginación, entre tormentas espantosas y rocas aterradoras.
A Cova da Casa Xoana es uno de los elementos atractivos de la ruta. La cueva mide entre 10-20 metros y tiene dos entradas. Desde la entrada oeste se puede ver O Pindo y Finisterre, mientras desde la este, una ladera del monte Pindo. Pero aquí lo más interesante no son las vistas, si no los mitos que rodean este enclave. Dice la leyenda, que en esta cueva se hacían aquelarres en la noche de San Juan y que las brujas partían volando desde sus escobas para recorrer el lugar. Pues no es mal sitio para emprender vuelo.
Pero la tradición oral también habla de que la gente acudía a esta cueva en busca de remedios para los males de ojo, algo muy arraigado en Galicia, supuestas maldiciones que había que quitarse de encima. Entroncando con otra parte de la mitología gallega, esta tierra estaría habitada por ‘as mouras’, una suerte de hadas engatusadoras que no traian nada bueno y que se escondían en parajes naturales llenos de misterio. Requisitos que cumple de largo este Monte Pindo.
Obviando las historias legendarias, en este olimpo si se han encontrado lápidas que evidencian la existencia de cultos mágicos, similares a los que practicaban los celtas. Recordad que para conocer más acerca de los mitos, leyendas e historias debéis explorar la GALICIA MÁXICA.
Para completar la ruta circular toca dar un rodeo por el Monte Penafiel, un tramo más complicado que el anterior. El que no esté para muchos trotes, que regrese por el mismo sitio o inicie la bajada hasta el pueblo de O Pindo. En internet encontraréis un montón de webs dedicadas en exclusiva a las rutas de O Monte Pindo, con datos técnicos y comentarios de expertos sobre el terreno. Esperamos haber abierto la caja de pandora del paisaje granítico, sobre el que volveremos más veces por ser uno de los elementos geológicos imprescindibles para entender la formación de Galicia.
6. MIRADOR DE ÉZARO, VISTAS DA COSTA DA MORTE
Para los más vagos, no hay que preocuparse, porque tenéis la opción de subir a las alturas con vuestro coche hasta la puerta de la cocina, que en este caso es la cascada. Desde el mirador del Ézaro, perfectamente indicado desde la central hidroeléctrica, desde donde se divisa gran parte de la ría. No será lo mismo que la panorámica desde o Alto de A Moa en el Monte Pindo, pero sin duda son unas vistas maravillosas.
Se podría decir que la cima del Monte Penafiel es un nivel superior de altura que el mirador, ofreciendo una mejor vista de Fisterra, Ézaro y la ría de Corcubión, con el plus de que al otro lado amenazan las cimas de piedras monstruosas del Monte Pindo. Legendarias y con leyenda.
7. PUEBLO DE O ÉZARO, A LA SOMBRA DEL MONTE PINDO
Además de visitar el entorno natural de O Pindo y la cascada del Ézaro, no hay que dejar pasar una visita a los pueblos de la vuelta. O Ézaro está situado bajo la cascada y puede ser un buen sitio junto a la localidad vecina de O Pindo, para realizar la parada gastronómica de turno. Dejar algo de beneficio económico en estos pequeños enclaves, ayuda a mantener algo de empleo en una zona donde el turismo se concentra en los meses de verano.
Para comer un buen pescado en la ruta marinera del litoral, no hace falta pedir demasiado con la calidad de producto que tenemos en Galicia. Lo mismo con la huerta o la carne. Lo tenemos todo cerca y muy fresco y directo al plato. Con esta base, escoger un restaurante para comer sin grandes lujos será fácil. En caso de que se busque algo más exquisito, se puede ir hasta Muros o Carnota y buscar alguno de los restaurantes afamados.
Un paseo por estos pueblos te ofrecerá las verdaderas escenas cotidianas de un día cualquiera para los lugareños. Pueblos pequeños con historias grandes. Porque si vas a comer a un restaurante o a tomar un café a un bar, algunos veteranos nativos estarán encantados de entablar conversación. Dispuestos a contarte las leyendas y fábulas que se mantienen vivas en toda la región que vive a la sombra del monte Pindo.
8. EXCURSIÓN DE UN DÍA POR ÉZARO Y COSTA DA MORTE
El coche es sin duda el mejor aliado para recorrer la particular orografía de Galicia. Pero si no tienes coche o no te gusta conducir por serpenteantes carreteras de costa, tienes la posibilidad de realizar una excursión guiada de un día para ver lo mejor de la Costa da Morte. El autobús parte de Santiago de Compostela, y el itinerario más común pasa por Ponte Maceira, Muros, Carnota, Ézaro, Fisterra y Muxía.
No podrás parar con mucho tiempo en cada lugar, pero si andas justo para recorrer la comarca con calma, es una opción para tomar contacto. Estamos seguros de que esta visita fugaz será suficiente para que te apetezca recorrerla en modo ‘slow’ la siguiente vez. Lo que no recomedamos es realizarlo en transporte público porque no hay buenas combinaciones para enlazar los pueblos. Perderás tiempo, paradas y paciencia.
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10. LAS ESPECTACULARES PLAYAS DE O PINDO Y CARNOTA
A los pies del Monte Pindo se abren unas playas maravillosas para completar la ruta de naturaleza. La playa de Carnota es brutal, una de las mejores playas que puedes visitar en toda Galicia, y presumimos de un millar. Casi nada. Unos 7 kms de longitud le otorgan la medalla de la playa más larga de toda la comunidad. Pero no sólo hay arena y aguas azules y turquesas, también hay dunas y marismas, que dan cobijo a gran variedad de aves migratorias y flora endémica. Un auténtico paraíso que conquista a todo el que pasa por allí.
Su importancia natural y ecológica es evidente, pero no lo es menos su belleza paisajística que conforman la Playa de Carnota y las Marismas de Caldebarcos. Goza de un excelente estado de conservación, y por ello se ha creado el LIC Carnota- Montes do Pindo, declarado Zona de Especial Protección para las Aves. La fuerte dinámica del frente dunar lo mantiene en un frágil equilibrio, por lo que debe ser protegido a conciencia.
Son varios los accesos que se pueden tomar para llegar a los diferentes tramos de la infinita playa, aunque la mayoría elige el que conduce al corazón del arenal, Boca do Río. Su magnético paisaje bajo la mirada del monte Pindo, y las estupendas condiciones para el baño, lo convierten en el preferido. Allí desemboca el río Vadebois con un área salpicada de rocas que, con marea baja, forman pozas ideales para el disfrute de los niños. Más temperatura en el agua y reducción del peligro con respecto a mar abierto.
Sin duda, uno de nuestros paraísos favoritos de toda Galicia. Un paseo imprescindible que se puede completar con un itinerario por las más de 20 playas de Carnota. Si abrimos abanico hacia la ría de Noia o hacia A Costa da Morte, las posibilidades son enormes para poner el culo al sol, o dar un paseo en parajes salvajes de arena y salitre.
Sólo pedimos que practiques un turismo responsable y sostenible, que no es lo mismo aunque se parezca, para evitar las huellas nocivas para un ecosistema tan delicado. Puedes leer más sobre nuestros principios en TURISMO SOSTENIBLE.