Otra vez volvemos a sentirnos como dos astronautas pisando Marte. Por lo insólito de los paisajes que conforman las crestas del Taburiente, y por los telescopios gigantes que adornan gran parte del horizonte del Roque de los Muchachos. A sus pies, un cráter de magnitudes abrumadoras con forma de herradura. Imperdonable perdérselo.

Un paseo por las nubes sobre acantilados de lava y de vértigo, en medio de laderas fantásticas, en el sentido más literal de la palabra. Pura fantasía. Formas y colores inverosímiles. Fantasía planetaria, toda una inyección de energía natural. Y todo esto ocurre bajo uno de los cielos más limpios del mundo, no es de extrañar que aquí se encuentre el extraordinario Observatorio Astrofísico, uno de los más importantes del Hemisferio Norte.

La Caldera permanece impávida incluso ante la amenaza de tormenta, está acostumbrada a que la engatuse la niebla. Le gustan los mimos y siempre se deja envolver. Si miras hacia abajo aparece ante tuspies un precipicio infinito al centro de la Tierra, y sin embargo, estás por encima de las nubes. Como decimos, pura fantasía.

Estamos elaborando un artículo a fondo sobre el Roque de los Muchachos, porque merece mucho más. Una geología que es una obra de arte natural, un verdadero museo en piedra al aire libre. Pero no sólo mostraremos con detalle las vistas desde la cima y las rutas de senderismo, si no también como funciona el observatorio astrofísico y cuáles han sido sus descubrimientos históricos para la ciencia y la humanidad.

Si quieres conocer más a fondo la historia y los paisajes que ofrece el Roque te recomendamos este artículo.

• ROQUE DE LOS MUCHACHOS: UN PASEO POR LAS NUBES